Libres de discapacidad debajo del agua

pilar infiesta | trobajo del camino

Libres de la silla de ruedas. Capaces de moverse solos por fin. Flotar en calma en un mundo ingrávido donde se escucha la propia respiración. Así describen los ocho usuarios del Centro de Referencia Estatal (CRE) para la Atención de Personas con Grave Discapacidad y para la Promoción de la Autonomía Personal y Atención a la Dependencia de San Andrés del Rabanedo su experiencia al sumergirse ayer en la piscina de Trobajo del Camino. Participaron en un bautismo de buceo adaptado, bajo la instrucción de miembros del grupo especial de Actividades Subacuáticas del cuerpo de la Guardia Civil procedentes de Valladolid. El CRE lleva seis años organizando este tipo de iniciativas, que poseen beneficios físicos, psicológicos y sociales para las personas con discapacidad. Para la directora del CRE de San Andrés, María Teresa Gutiérrez, estos programas son «esenciales en la búsqueda de la mejor calidad de vida de los usuarios del centro, que alaban la sensación de poder desplazarse». La liberación bajo el agua es total y los beneficios del buceo adaptado alcanzan aspectos psicológicos, sociales y físicos. La práctica continuada produce, según los expertos, resultados satisfactorios en movilidad articular, muscular, circulatoria y cardio-respiratoria. La sensación de ingravidez da libertad de movimiento en personas que habitualmente se desplazan en silla de ruedas, lo que mejora su autoestima. Superar barreras al hacer un ejercicio en igualdad de condiciones que una persona sin discapacidad, unido el sentimiento de equidad y de reconocimiento por parte de los demás les da fortaleza y satisfacción. El Centro de Referencia Estatal de San Andrés atiende a 80 personas en régimen de residencia y a otros 31 en estancias diurnas. Su directora resalta el «privilegio» que supone que los agentes puedan acudir a esta actividad de buceo de este tipo y «el cariño con el que tratan a estos principiantes».