Uno de cada diez medicamentos es falso
El mercado mueve 30.000 millones de dólares en los países en desarrollo Detectados 1.500 productos de baja calidad.
efe | ginebra
La penetración en el mercado de medicamentos falsificados y de calidad inferior a lo requerido está en alza, sobre todo en países de ingresos bajos y medios, donde uno de cada diez productos médicos suspende los estándares o son imitaciones, un negocio que supone unos 30.000 millones de dólares.
Así lo afirma el Sistema Mundial de Vigilancia y Monitoreo de productos médicos de calidad «subestándar» y falsificados (GSMS, en sus siglas en inglés) creado en julio de 2013 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en su primer informe publicado ayer, y en el que concluye que «este problema va en aumento».
Los medicamentos subestándar son productos autorizados por las autoridades reguladoras pero no alcanzan los estándares de calidad o especificaciones nacionales o internacionales, o las dos cosas.
Los expertos de la OMS atribuyen el aumento de la presencia de productos de calidad inferior a lo exigido en parte a la globalización y a la irrupción del comercio electrónico, que han «aumentado la complejidad de la cadena de suministro de medicinas al proporcionar numerosos puntos de entrada para productos médicos fabricados de manera inmoral e ilegal».
En los cuatro primeros años de funcionamiento del GSMS, que tiene por objeto alentar a los Estados miembros a que comuniquen los incidentes relacionados con este tipo de productos de forma estructurada y sistemática para poder evaluar de forma más exacta y validada la magnitud y el alcance del problema y los daños que causan, los países han informado de 1.500 productos afectados.
En el caso de algunos productos la OMS ha recibido múltiples denuncias, y en el caso de otros solo unas pocas, pero para los expertos del GSMS está claro que «estos casos solo representan una fracción del problema» real, más aún teniendo en cuenta que el observatorio está aún en su infancia.
Durante los últimos años, se ha prestado mucha atención a los medicamentos «falsos» comprados en Internet y sobre todo en los productos de moda que venden un particular estilo de vida, como pastillas para adelgazar o tratamientos contra la impotencia.
No obstante, en los últimos cuatro años, la OMS ha recibido informaciones sobre productos médicos subestándar.