EL BAILE DEL AHORCADO
La cruz de Felipe
No vamos ahora a actuar como si fuéramos inmaculados intelectuales, pero da un poco de risa que salga Felipe Llamazares haciéndose el sueco. Siempre es mejor dar la cara que quedar de poco gallardo. Que el dinero mueve el mundo, que lo demás son pamplinas, es un imperativo de la ley biológica. La evolución de las especies tiene fundamentos económicos. Es así de triste, o no. La desigualdad creó el comercio y el bussiness, y ahora, en la época del Fintech, estamos viendo hasta qué punto las Cruzadas se juegan en los campos marcados por la virtualidad tecnológica. Ya no hay nada que podamos ver, que seamos capaces de tocar. Los bitcoin son las nuevas llagas de Cristo. Este sí es el tiempo de los creyentes y si no lo eres, estás fuera del mundo. Así que el nuevo escudo de la Cultural se convierte en un sucedáneo. Van y le quitan la cruz de la corona, que es tanto como decir que mutilan el símbolo y borran su valor. Quien manda, paga, aunque luego manden a una empresa textil a explicar argumentos imposibles.
Catar vino a León y León se arrodilló. No había libreas, pero nunca nadie tuvo más edecanes que el señor Mohammed Jaham Al Kuwari. Poderoso caballero... Así que, total, ¿qué vale una cruz cuando de lo que se trata es de atropar?
Si lo que quieren es vender millones de camisetas y bufandas en los países musulmanes, lo que deberían hacer es poner la media luna, aunque para eso tengan que eliminar también la corona y sustituirla por el símbolo del petrodólar. Entonces, todo quedaría claro y hablaríamos el mismo idioma: los fieles y los que no lo son tanto (aún). No hace falta perder las formas, pero Felipe Llamazares debería decir si este es el primer paso hacia la islamización del club o si la cruz volverá al emblema del Reino de León. Tampoco hay que olvidar que fue aquí donde comenzó la Reconquista, una parte de la historia en la que España empezó a ser España. pero eso fue mucho antes de que Catar lograra el Mundial de fútbol y comenzara a repartir dádivas...