MACHISMO
Polémica en Granada por la recuperación de la machista "puja" de mujeres
El municipio de Lecrín (PSOE) retoma la subasta de bailes por las fiestas de los Santos Inocentes. La Diputación, que amparó la presentación de la fiesta, pide ahora la suspensión por "denigrante"
“Imaginaos que yo voy a lo mejor con mi mujer, y llega uno y dice ‘10 euros por que la señora del alcalde baile con otra persona’. Y entonces el alcalde, que está un poco ‘mosqueado’, dice '¿mi mujer cómo va a bailar con éste?', y puja 15 euros. Me comprendéis? Así es como vamos pujando y recogiendo dinero para la fiesta”. Salvador Ramírez, alcalde socialista de Lecrín (Granada), explicaba con pasmosa naturalidad este martes su intención de recuperar la tradición de la “puja de mujeres”, una subasta para los bailes durante las fiestas locales de los Santos Inocentes. La Diputación de Granada, que acogió la presentación del evento y la presentó como una “atractiva oportunidad de atraer turismo”, ya ha reculado y ha pedido su suspensión después de que todas las formaciones políticas se le hayan echado encima por amparar una actividad machista “denigrante para la mujer” y “vergonzosa” por "vender a mujeres como si fueran ganado", le reprochan desde IU.
La rifa de los Santos Inocentes se remonta a hace un siglo, cuando la pedanía de Chite necesitaba dinero para reformar la parroquia. Para recaudar fondos, ya fuera en metálico o en especie, se subastaban productos de la gastronomía local, aunque lo que verdaderamente concentraba la atención de los vecinos era el baile. Los hombres compraban a las féminas en plena calle, y tras poner el dinero en la bolsa del recaudador, los alguaciles buscaban a las mujeres por el pueblo o sus casas y las conducían hasta su comprador entre silbidos y palmas. Una fiesta cuyo espíritu y forma pretende recuperar ahora el ayuntamiento de Lecrín para mantener el “esplendor” perdido con los cambios durante este siglo, como se encargó de recordar el diputado provincial de Turismo, el también socialista Enrique Medina. El baile se celebrará el próximo sábado 30 de diciembre, y en él, el alcalde participará junto a los alguaciles y el recaudador de la Hermandad para obtener la mayor puja por parte de los asistentes.
Por si había dudas sobre el carácter machista del evento, con hombres comprando mujeres, la concejala de Cultura, Eva Ruiz, se encargó de aclararlo. “Los hombres pagaban para bailar con la niña que les gustaba, y ese día los padres hacían la vista gorda”. Eso sí, para actualizar la fiesta, en este 2017 se eliminan los conocidos como “paseíllos de expulsión”, porque “eso ya es políticamente incorrecto, expulsar a alguien de una fiesta”, razonó Ruiz.
"Anacrónica y denigrante"
Las protestas no se han hecho esperar, y desde el PP reprochaban que hace escasamente un año, el mismo grupo socialista en la Diputación de Granada que recupera esta fiesta proponía impulsar la supresión de la figura de la reina de las ferias por considerarla “retrógrada y sexista”. “Es un terrible ataque contra la mujer y un retroceso no ya de años, sino de siglos”, lamentaba la diputada provincial Inmaculada Hernández, que calificaba la subasta de “vergonzosa e inaceptable”. Y no solo pedía la dimisión inmediata del regidor de Lecrín por proponer la puja, sino también la del diputado de Turismo porque “lejos de oponerse o llamarle al orden, le dejó hacer, y de esa forma hizo suya esa medida como promotora del turismo en la provincia”. Una petición de dimisión a la que se sumaba IU, incidiendo en la necesidad de “prohibir que se financien este tipo de salvajadas” que son “denigrantes para la mujer”.
“No se debe recuperar una tradición sin el filtro del paso del tiempo”, reclamaba la coordinadora provincial de IU, María del Carmen Pérez. Por su parte, desde Vamos Granada (Podemos) se escandalizaban por “la naturalidad” con la que el alcalde “trata la puja de su mujer, ejemplo de lo que les va a pasar a las demás. Parece que es una empresa asquerosa costumbre”.
Desde la Diputación de Granada, la responsable de Igualdad y Juventud, Irene Justo, ha aclarado que el órgano supramunicipal no apoya económicamente la fiesta, y que a petición del alcalde se limitaron a ceder el espacio para la presentación en rueda de prensa y a acompañarle en la misma, como ocurre con cualquier otro municipio, aunque sin tener constancia del contenido de la presentación. “Obviamente, de haber tenido conocimiento” de que era algo tan “anacrónico y denigrante”, afirmó, no hubieran cedido sus dependencias. “Defendemos las tradiciones de nuestros pueblos pero en ningún caso podemos apoyar aquellas que suponen una exaltación del más rancio machismo, como la rifa de bailes”.