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Fin a las portadas de desnudos
El grupo Zeta cierra ‘Tiempo’ e ‘Interviú’, la revista que conmocionó a la España que salía de la dictadura con reportajes de investigación y portadas con contenido erótico.
Algunas de las portadas de la revista ‘Interviú’. J. J. GUILLÉN
efe | madrid
Un día 22 de mayo del lejanoaños de 1976 salía a la calle la revista Interviú que conmocionó, con su mezcla de contenidos eróticos y reportajes de investigación, a una España pazguata que salía a trompicones del franquismo; hoy, más de cuarenta años después, se anuncia que dejará de publicarse.
La dirección de Grupo Zeta informaba ayer de que sus revistas semanales de información general Interviú y Tiempo —que nació en el año 1982 de un suplemento de la primera— van a dejar de publicarse por la «imposibilidad de seguir sosteniendo durante más tiempo las importantes pérdidas generadas por ambas publicaciones en los últimos años».
En un comunicado oficial, el grupo editorial subraya que las pérdidas «continuas» de ambas revistas ascendieron en los últimos cinco años a 7 millones de euros y la caída en la difusión ordinaria se situó en torno al 65 % en ese tiempo y en un 80 % en la última década.
La fórmula Interviú era una receta realmente sencilla, con sólo cuatro ingredientes fundamentales: denuncia política, sucesos, opinión con firmas de renombre y desnudos femeninos. Con esos fundamentos decidieron crearla durante unas vacaciones en Almería cinco jóvenes aperturistas, el ya fallecido Antonio Asensio, Javier Salvadó, Jerónimo Terrés y José Ilario, para lo que crearon la primera compañía del grupo, Ediciones Zeta, con un capital de 500.000 pesetas.
La primera publicación del grupo fue este semanario, que el 22 de mayo de 1976 sacó su número uno, entonces sin acento en la «u», con 66 páginas, un precio de cuarenta pesetas y una tirada inicial de 100.000 ejemplares que se agotaron en su totalidad. En el número 16 (septiembre de 1976), en cuya portada apareció el desnudo de Marisol, la tirada ascendió a 400.000 ejemplares y para las navidades de ese 1976, la revista alcanzó la cifra de un millón y medio de lectores, un récord histórico de publicaciones de la época. Un estilo que transgredía los límites del periodismo y rompía moldes en la España de la época.