Uno de los más veteranos, testigo de estos 50 años

En el año 70, y desde Quintana del Monte, Claudio llegó a Cosamai. Primero a las escuelas, apostilla. Recuerda con cariño al hermano Teo Bekkers y la banda de cornetas y tambores. Echa de menos las romerías y aquellas jornadas en las que toda la ciudad bajaba al centro. En Celada aprendió a coser y ahora trabaja en el taller de cerámica.