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Adiós al icono de las obreras de la guerra
Naomi Parker, cuya imagen inspiró el cartel de Rosie la Remachadora, fallece a los 96 años en Washington
i. a. gámez | madrid
«¡Victoria! ¡Victoria!», dijo entre lágrimas Naomi Parker Fraley en 2016 en The World-Herald cuando le preguntaron qué sentía al ser reconocida como Rosie la Remachadora, la protagonista del cartel de ‘We can do it! (‘¡Podemos hacerlo!’). La mujer, que ignoró durante 70 que había inspirado uno de los más famosos pósteres de propaganda de la Segunda Guerra Mundial, murió el sábado en Longview (Washington) a los 96 años.
Naomi Fraley era una camarera de 20 años cuando, con su hermana Ada, de 18, entró en 1942 a trabajar en la fábrica de la Base Aeronaval de Alameda (California). Con los hombres en el frente, la mano de obra femenina era vital para la industria estadounidense. Incluida la militar. Y en Westinghouse encargaron al artista J. Howard Miller un póster para luchar contra el absentismo y las huelgas. El resultado fue una mujer con mono azul, tocada con un pañuelo rojo con lunares blancos y que hacía gala de bíceps bajo el lema ‘We can do it!’.
A comienzos de 1943, la imagen estuvo colgada en las fábricas de la compañía y luego cayó en el olvido. En 1982 gracias a un reportaje periodístico sobre propaganda patriótica salió a luz, y el movimiento feminista la tomó por bandera. Doce años después, Rosie la Remachadora —como ya se la había bautizado— era portada de la revista de la Institución Smithsoniana y, en 1993, protagonizaba un sello de 33 centavos. Y de ahí a tazas, relojes, termos, imanes, camisetas...
Naomi asistió en 2011 con su hermana a una reunión de trabajadoras de fábricas de armamento durante la Segunda Guerra Mundial en el Parque Histórico Nacional Rosie la Remachadora, en Richmond (California). Allí, se topó con una gran foto de una joven operaria, identificada como Geraldine Doyle, que, con su pañuelo a lunares, habría servido de inspiración. «No podía creérmelo. Sabía que la de la foto era yo», dijo a The Oakland Tribune hace dos años. Escribió al Servicio de Parques Nacionales, le pidieron pruebas y se rindió. La imagen la había tomado en marzo de 1942 un fotógrafo de la agencia Acme y se había publicado en varios periódicos y revistas. En 2016, James J. Kimble, un profesor de comunicación de la Universidad Seton Hall empeñado en identificar a la auténtica Rosie, dio con uno de esos recortes en una tienda de fotos antiguas. El pie de la imagen, localizada en la Base Aeronaval de Alameda, era concluyente: «Parece que la bonita Naomi Parker podría ver su nariz atrapada en el torno de la máquina que maneja». Caso cerrado. Aunque todavía hoy no hay ninguna prueba de que J. Howard Miller se inspirara en esa imagen, 76 años después se considera que Naomi es la Rosie real.