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‘Las Meninas’ leonesas
El artista leonés Félix de la Concha traslada desde Iowa a Zamora la reproducción en 140 paneles que ha hecho de la conocida obra maestra de Diego Velázquez.
verónica viñas | león
A Félix de la Concha le emocionan los grandes retos, por mucho que no considere un «más difícil todavía» haber reproducido a escala real y desde Iowa Las Meninas. El artista leonés, que reside en Estados Unidos y ha pintado la inmensidad del Oeste americano y ha retratado a los últimos supervivientes del Holocausto, pensó que la mayoría de la gente sólo ha visto la obra maestra de Velázquez en reproducciones. «Cuando empecé a pintar Las Meninas un profesor de la Universidad me preguntó: ¿Ahora te dedicas al flamenco?». Ese desconocimiento de Velázquez le alentó aún más en su proyecto. A De la Concha, que siempre pinta al natural, le sedujo la idea de hacer una copia minuciosa, que además es un trabajo de interpretación y manipulación de una realidad. Tuvo la suerte de que El Prado colgó entonces en Internet una aplicación que permite deslizarse por la ‘piel’ del cuadro de Velázquez, hasta tal punto de que «se aprecia la urdimbre de la tela o detalles imperceptibles para el ojo cuando lo tienes delante», explica. Su intención era aproximarse lo máximo posible al original, teniendo en cuenta que el resultado iba a estar «filtrado por las reproducciones, la iluminación y mil condicionantes». En definitiva, «iba a ser una obra diferente». Félix de la Concha, que tiene «en un pedestal» a Velázquez, porque «su aproximación a la realidad, con una visión aséptica y casi científica, la encuentras en pocos pintores», llevó a cabo su versión de Las Meninas en 140 paneles, en los que incluso intenta reconstruir el borde izquierdo perdido del cuadro real. Al ensamblar todas las piezas él mismo se sorprendió del resultado de un lienzo que comenzó a pintar por la cara de la infanta Margarita. Su obra, titulada Las Meninas desde una luz artificial, que es como ha reconstruido esta joya de la pintura, se la ha traído desde Iowa y hoy la expone, por tiempo indefinido, en Zamora. Y es que el arquitecto Paco Somoza, entusiasta de Velázquez, cuando se enteró del descomunal proyecto de De la Concha le propuso mostrarla en la ciudad del Duero.