La necesidad de los referentes femeninos
En la Escuela de Ingeniería Agraria y Forestal de Ponferrada el 26% del alumnado son mujeres. «Menos que cuando yo estudié», dice su subdirectora, Flor Taboada Álvarez. Una realidad que pasa en otras muchas carreras de la ciencia y la tecnología. Sin embargo desde esta escuela, son varias las chicas que muestran a los niños y niñas su labor para enseñarles y que sepan que «el mundo forestal no es cosa de hombre».
Las niñas necesitan referentes. Según la octava Encuesta de Percepción Social de la Ciencia que lleva a cabo la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), el interés de las mujeres por estos temas ha crecido en los últimos años, pero sigue por debajo del de los hombres. Sin embargo, a día de hoy la conciliación familiar y laboral para las científicas sigue siendo complicada. Marisa Alonso Núñez asegura que aún es frecuente que sean las mujeres quienes renuncien a promocionar en la carrera científica. Por eso a corto o medio plazo reivindica lograr el equilibrio. Es cierto que la ciencia implica mucha movilidad, poca estabilidad y horarios poco ortodoxos, pero «no por eso debemos dejar de fomentar la participación de las mujeres en los puestos de responsabilidad».