Diario de León

«La igualdad es un camino que tenemos que recorrer juntos»

Nona Inés Vilariño subraya en Astorga que las mujeres «tenemos que ir a por todas».

Nona Inés Vilariño, una de las madres de la Constitución, participa en un coloquio en la Casa Panero, junto a Manuela García. JESÚS F. S.

Nona Inés Vilariño, una de las madres de la Constitución, participa en un coloquio en la Casa Panero, junto a Manuela García. JESÚS F. S.

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a.g. valencia | astorga

Pionera y clara. Mucho. Con letras mayúsculas. Nona Inés Vilariño, una de las madres de la Constitución, dio ayer una lección de vida en Astorga, de trayectoria, de reconciliación y de miedo «si de miedo, que es humano», explicó, porque ve como las heridas que se cerraron en la Transición parece que están más abiertas que nunca. «Hay mucha crispación y España necesita paz». Dos ingredientes que la historiadora ve imprescindibles para abordar una reforma de la Carta Magna, ahora que se cumplen cuarenta años de su aprobación. «Claro que hay cosas que cambiar, siempre se puede mejorar, pero con el contexto actual no creo que sea el momento», reconoce.

Luchadora y defensora de los derechos de la mujer, «como ya lo fue mi madre casi sin saber explicarlo», narra con ternura. Nona Inés fue una de las 27 mujeres, 21 diputadas y 6 senadoras, que participaron como parlamentarias en la legislatura constituyente de 1977, la primera de la Democracia. Tiene mucho que decir y muchos recuerdos que compartir.

«Ser mujer fue para mí un beneficio en aquella época», asegura. Cuenta que Ferrol, su localidad natal, estaba muy polarizada, con un movimiento obrero muy fuerte y una presencia militar también muy arraigada. «Por eso querían un contrapunto, una mujer formada que equilibrara la balanza». Y aquí entró ella. «Aquello fue una discriminación positiva y salí en un puesto ganador».

Narra, no obstante, que lo que más le gustó fue que «la idea partiera de los padres de sus alumnos». En aquella primera ocasión formó parte de una coalición gallega y después representaría a la UCD.

Desde la Casa Panero de Astorga, Nona Inés Vilariño compartió sus vivencias. Unas ideas que ha ido madurando pero que vivió desde niña, con una madre viuda que hizo maravillas para sacarla adelante junto con su hermana. «Mis padres ya tenían un proyecto de vida, donde querían que sus hijas fueran universitarias», explica.

Reconoce que en todos estos años se ha avanzado mucho en tema de igualdad. «No podemos negarlo, tenemos que ser rigurosas y mirarlo con contexto histórico», aunque también defiende que «aún queda mucho por recorrer y el de la igualdad en un camino que tenemos que andar hombres y mujeres juntos». No se arruga y lanza un mensaje «nosotras tenemos que ir a por todas, no podemos darnos por vencidas» y ejemplificó que ella también estuvo dispuesta a renunciar pero «cuando vi la cantidad de mediocres que me rodeaban ... no lo dudé más y seguí».

Pionera también porque decidió no abandonar su promoción profesional en una época complicada. «No me arrepiento de nada, llegar a aquellas cortes me ofreció la imagen de la reconciliación, aquel día pensé: se acabaron las dos Españas».

En el coloquio, donde también participó la diputada de centros asistenciales, Manuela García, Nona Inés Vilariño apeló a la concordia y a no profesionalizar la política. Se confesó «‘súper’ admiradora de las sufragistas». Toda una declaración de intenciones.

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