La última del Diario
Nazareno en la República y en la dictadura
JHS honra a Teodoro Álvarez, su bracero más antiguo, con carta de pago de 1928.
Juan Carlos Morán, abad de JHS y Teodoro Álvarez, el papón más longevo.
«He pujado a Nuestro Padre Jesús Nazareno en la República y también en la dictadura. Eran otros tiempos. En aquella época los abades tenían que hacerse cargo de todos los gastos de la cofradía. Hoy, la cuota que nos ponen en simbólica». Lo dice con un hilo de voz que suena a milagro a sus 96 años. «Sólo me quedan cuatro para llegar a cien». Teodoro Álvarez, el papón más longevo de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno, recibió ayer el reconocimiento de la congregación penitencial más numerosa de León, en un acto al que no le faltaron las lágrimas sentidas y emocionadas.
«Acabo de tener un ictus hace tres años, pero me encuentro bien. Es una enfermedad asquerosa, que te deja medio inútil. Ya no estoy para pujar, para eso están mis hijos, mis nietos y toda la familia, que está repartida por la cofradía», manifestó a este periódico.
LECTOR DE DIARIO de LEÓN
«Estudié en las Carmelitas, pero yo aprendí a leer usando el Diario de León el mismo año que empecé en la cofradía, en 1928. Mi padre fue abad en 1919 (Nicanor Álvarez). Trabajaba de recaudadores de la contribución los dos, pero los ricos eran muy faltones y a veces tenían muy mal pagar», recuerda entre sus vivencias. «Era un montañés que vino a León andando, había sido maestro en Asturias, empezó sin título y mira a dónde llegó»
«He pujado en el Nazareno desde el principio hasta el fin. Desde la República hasta la dictadura. Ahora son otros tiempos», aseguró a este periódico.
Antes, en el acto oficial de entrega de diplomas a los braceros honorarios y a los nuevos braceros suplentes que abandonan las banderas, el abad, Juan Carlos Morán, citó emocionado el número de carta de pago de Teodoro: «Es nuestro hermano 415, se dio de alta el 1 de abril de 1928 y debo de reconocer que la primera vez que hablé con él, me emocionó. Es una verdadera institución entre nosotros».
Un concierto de la Banda de Música de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno cerró el acto en la capilla de Santa Nonia, con tres marchas procesionales para la ocasión.