DISCRIMINACIÓN
Un pizzería de Valencia niega la entrada a un grupo en silla de ruedas
El dueño aseguró que "era un lío" y podía perder clientes
La Pizzería Firenze, ubicada en la calle Maestro Palau de València, negó la entrada a un grupo de personas en silla de ruedas porque, según afirmó el dueño, le venía "mal" que fueran personas en silla de ruedas porque "era un lío" y porque temía perder a sus clientes habituales. Así figura en la reclamación interpuesta por la Confederación de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de la Comunitat Valenciana, Cocemfe CV, por la "la discriminación sufrida" por un grupo de personas con discapacidad del Centro de Día de Velluters (Valencia).
Los hechos, según explica el colectivo a través de un comunicado, sucedieron el pasado 12 de enero, al dirigirse telefónicamente un trabajador social del Centro de Día de Velluters a una pizzería para reservar una mesa para el almuerzo, "tal como había hecho en las últimas tres semanas, en el contexto de una actividad de ocio y tiempo libre habitual para personas mayores y con discapacidad del centro".
Aquel día, en cambio, aseguran, "la respuesta fue negativa por parte del dueño del establecimiento, quien afirmó que le venía mal que fueran personas en silla de ruedas porque era un lío y porque temía perder a sus clientes habituales, tal como figura en la reclamación.
"Clara discriminación"
El presidente de Cocemfe CV, Javier Segura, ha lamentado que estos hechos "se sigan produciendo a la hora de atender a consumidores con discapacidad": "El derecho de admisión no debe amparar actitudes claramente discriminatorias por motivo de discapacidad. Estos hechos suponen para quienes los sufren una afrenta especialmente dolorosa, que atenta al derecho a participar en igualdad de condiciones en la vida de la comunidad", ha aseverado.
Segura ha añadido que desde la entidad "seguirán trabajando para sensibilizar a la sociedad sobre la igualdad en derechos de las personas con discapacidad y formando sobre un trato adecuado al colectivo en todos los ámbitos para romper las barreras actitudinales que todavía perviven en la sociedad".
Sandro, gerente de la pizzería, ha asegurado en declaraciones a Radio Valencia que su local tiene capacidad para 45 personas y que no podía atender las 20 personas en silla de ruedas porque que le "dejaban bloqueado el local" y "notaba que estaba perdiendo clientes".