EL BAILE DEL AHORCADO
Rajoy y la ruina
Lo peor de los presupuestos para León es que han llegado de la mano de las conclusiones de un ‘equipo de sabios’ que defienden la descarbonización total de España en poco más de diez años, que es tanto como decir ya. Apenas 900 personas siguen viviendo en esta provincia de la mina, en unas cuencas que llegaron a emplear a más de veinte mil. Súmenle los inducidos y tendrán el lienzo de la depresión económica. ¿De qué se habla cuando se habla del fin del carbón?
Todos, incluidos los sabios, saben, lo sabemos, que nada volverá a ser igual. Por eso, que el Gobierno tenga la ‘audacia’ de dar luz verde a esos tres mil euros con destino a la Ciuden es más que un insulto, es una carcajada en la cara de todos los leoneses.
Toda esta representación anual (a un año de las municipales) tiene muchas claves. Como que el presidente de la Diputación diga sin empacho que León es una provincia «beneficiada». En esta frase hay dos palabras que se niegan a sí mismas porque León ya ni siquiera llega a esa categoría y su intérprete debería saberlo mejor que nadie. O a lo mejor es que eso es lo peor. Otra frase, la del alcalde, cuando le engaña el subconsciente y dice que los proyectos para León están «contenidos».
¡Qué importantes son las palabras! Supongo que Antonio Silván habría querido decir incluidos, pero la realidad le alcanzó y sus declaraciones son una muestra de que la verdad no se puede esconder.
Así que, sí, es cierto, los grandes proyectos de León están contenidos, como en un dique, seco, por supuesto, y estos presupuestos, que son los de siempre, vienen a demostrar que las cosas tienen que cambiar.
El fin de la mina es un hecho. No hace falta pagar a un grupo de sabios para que nos muestre una verdad que se nos reveló hace tiempo ya. «Rajoy ha llevado a León a la ruina», dice el corifeo, ¿Con ayuda de quién? Deberíamos preguntarnos.
Forges lo explicó muy bien: Lo peor es que aquí cada uno va a lo suyo, menos yo, que voy a lo mío.