Letizia tiende la mano a su suegra
Las reinas sellan la paz en una visita sorpresa a don Juan Carlos en la clínica.
María Eugenia Alonso | madrid
La nueva escena no llega al minuto. Menos de sesenta segundos para tratar de aplacar la polémica suscitada tras el rifirrafe entre la reina Letizia y doña Sofía en la catedral de Palma de Mallorca hace este domingo una semana. Esta vez las manos han vuelto a jugar papel protagonista. Pero sin aspavientos. Y ahora, en las instantáneas, sólo hay sonrisas. Nada que ver con los gestos a la salida de la Misa de Resurrección, cuando la reina se opuso a que doña Sofía se fotografiara con la princesa Leonor y la infanta Sofía, en presencia de Felipe VI y de don Juan Carlos, el artífice de alguna forma de la reaparición de las dos reinas. Los quince segundos del vídeo de la polémica, de desprecio a la reina emérita según sus defensores, han dado la vuelta al mundo, han generado no pocos memes y comentarios de todo tipo. Y eso que salieron a la luz dos días después de que se produjera el desplante real o, según Zarzuela, «el malentendido». La Casa Real trató de quitarle hierro, si ser conscientes de lo que se les venía encima: una oleada de solidaridad con doña Sofía, encabezada por su sobrina Marie-Chantal Miller, esposa del príncipe heredero Pablo de Grecia, que le otorgaba a doña Letizia el papel de mala malísima. «Ha mostrado su verdadera cara», escribió en Twitter. No fue la única que se despachó a gusto con la reina, quien, en su reaparición el pasado jueves, tuvo que escuchar silbidos y más de un comentario subido de tono.
una imagen para olvidar otra
¿Cómo reconducir la situación o al menos rebajar la tensión? ¿Cómo acallar las voces que hablan de una mala relación entre nuera y suegra después de lo que ha visto toda España y medio mundo? ¿Y si reaparecen juntas, sonrientes? Esta última opción, descartada públicamente este viernes con un «no está previsto», fue finalmente la elegida. Una imagen para hacer olvidar otra. En protocolo, nada supera a la Casa Real. No se dejó nada al azar. Así que Felipe VI aprovechó la excusa de la operación de rodilla de don Juan Carlos para propiciar la instantánea, para hacer ver la buena sintonía que existe entre las reinas Letizia y Sofía. Los tres, los Reyes y doña Sofía, aparecieron a media tarde, y por sorpresa, en el Hospital Universitario Sanitas. A la salida, Felipe VI dijo que el rey emérito ganará calidad de vida.