Día del Buen Pastor?
E l Buen Pastor es la imagen central de este domingo. Jesucristo es el Pastor que reúne a las ovejas, las conoce y se relaciona con ellas con un lazo de amor semejante al que Él tiene con el Padre. Hasta da la vida por ellas. Al mismo tiempo, sus ovejas descubren en Él a su Salvador, la realidad más importante de su vida, la piedra fundamental de su historia (cf. Jn 10,11-18; Hch 4,8-12 y Sal 117). Jesús es el Buen Pastor que ama y se entrega por todos y la Iglesia es el rebaño adquirido por su Sangre. Así pues, Cristo es la máxima expresión del amor de Dios Padre al mundo (1 Jn 3,1-2), la piedra angular sobre la que se sostiene nuestra fe y el único que puede salvarnos. Esto equivale a decir que Cristo es el auténtico Profeta que anuncia la Buena Nueva del Reino de Dios, Sacerdote que se entrega a alabar y obedecer al Padre y Guía del nuevo pueblo que acoge la Pascua que salva y vivifica.
Celebramos este domingo la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. Un día de oración, escucha, acogida y respuesta a Dios en libertad.
Es cierto que necesitamos servidores al estilo del Buen Pastor. Profetas que griten la Buena Noticia del Señor a tiempo y a destiempo. Evangelizadores que anuncien al Señor en pueblos y ciudades, ya que somos tierra de misión. Personas que hagan de las Bienaventuranzas un programa de vida posible y cercano al mundo de hoy. Sacerdotes que experimenten y contagien la obediencia a la voluntad del Padre hecha don, gracia, perdón, fortaleza, esperanza. Guías del pueblo que se desvivan por los más pobres y sencillos, y unan a la fe las obras de solidaridad y de comunión fraterna.
En esta Jornada Vocacional pensemos sobre todo en esos vocacionados. Sin embargo, por el Bautismo, todos somos profetas, sacerdotes y reyes; servidores de Dios en medio del mundo. A cada uno le corresponde pensar y vivir en consecuencia. Pero si Dios te llama o llama a uno de tu familia a la vida consagrada o al sacerdocio, ¿cuál será tu respuesta?