«Te cuidan, te mejoran los achaques y dan alegría»

a. gaitero | león

Manuela es una de las pacientes que atiende el equipo de soporte domiciliario de cuidados paliativos de León. Hace dos meses entró en el programa. «Fue un momento duro. Era como que había llegado el final y me equivoqué. Ahora no estoy ni mejor ni peor, no sé lo que va a ocurrir ni cuándo. Hasta entonces viviré los ratitos que pueda, esforzándome más, pero siendo como soy, femenina y activa. No puedo llegar a lo que era antes, pero tengo la suerte de tener bien la cabeza», explica. Vive sola. «Para una viuda, como yo, es un lujo y una ayuda inestimable que una médico y una enfermera entren en tu casa y te cuiden, que te mejoren los achaques que tienes (un día no haces de vientre, otro día no respiras bien) y que además te dan alegría», añade.

«Tenemos que dar las gracias a la Seguridad Social que tenemos, valorarla y conservarla si es posible», subraya.

Manuela tiene 67 años, superó un cáncer y al cabo de 14 años descubrieron, tras la rotura de una costilla, que tenía la enfermedad en los huesos. Después de dos años de quimio, soportando lo que ella llama «síntomas de vida», empezaron a aparecer «síntomas peores, los de la muerte». «El cáncer se cura, pero a veces no. Nacemos, morimos y no queremos que nos toque ese momento. Sabes que no vas a salir, pero pones todo tu esfuerzo y en ese momento aparecen una médica y una enfermera o dos, y te ayudan». Habla sin necesidad de preguntas. Relata su vivencia mientras acaricia a su perra, y explica que vive sola por voluntad propia. «No soportaba ver a mi hijo con la mirada llena de lágrimas. Mientras pueda...». «Tengo hijos y nietos y me quieren y les quiero», subraya. Hace unos días los tuvo en casa. Lo pasaron muy bien con su fiesta de fantasmas. Se nota que fue muy feliz.