Diario de León

Un-Conscious, moda y precio

El escaparate de la Escuela Liper acoge esta tarde una instalación artística para «denunciar el lado oscuro de la moda rápida» La acción se enmarca en la Fashion Revolution.

La concentración ayer en la plaza de Botines abrió los actos que se desarrollan esta semana dentro de la Fashion Revolution. MARCIANO

La concentración ayer en la plaza de Botines abrió los actos que se desarrollan esta semana dentro de la Fashion Revolution. MARCIANO

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maría j. muñiz | león

Comprar, usar y tirar. Sin control y sin fin. Y sin tomar conciencia de la realidad que se esconde detrás de un sistema de producción masivo de prendas que tiene consecuencias tanto sobre los derechos humanos y laborales de millones de personas en el tercer mundo como sobre el medio ambiente.

Para sensibilizar sobre este asunto Sara González Nava, profesora de Diseño de Moda en la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Burgos, creó la marca ficticia de moda rápida Un-Conscious, que «a través de distintos proyectos enmarcados en la acción artística, denuncia la explotación y la contaminación derivadas de la industria textil».

González Nava organiza esta tarde, a partir de las 20.00 horas, una instalación artística en la Escuela de Moda Liper, que coordina en León las actividades relacionadas con la Fashion Revolution, y que se desarrollan hasta mañana.

«Se trata de un proyecto que denuncia la hipocresía y el mal hacer en materia de sostenibilidad, ética y de derechos laborales, en la industria de la moda rápida». Por eso las etiquetas diseñadas para Un-Conscious Collection tienen en su reverso imágenes sobre contaminación de las aguas y explotación infantil.

Además, las bolsas diseñadas para este negocio ficticio recogen en su reverso sucesos como el accidente de Rana Plaza en Bangladesh, que causó 1.127 muertes y 2.437 heridos; los 314 muertos en Baldia Town en Pakistán; la explotación infantil en India, donde el 60% de los trabajadores de textil tiene menos de quince años; o la contaminación de las aguas por químicos y tintes.

«En la moda, la sostenibilidad y los derechos sociales son aspectos que han caído en el olvido en pro de un sistema de consumo que se afana en convertirnos en robots del usar y tirar», señala la diseñadora. Que incide en que, a pesar de la crisis económica, compramos cada vez más ropa y la conservamos la mitad de tiempo que hace quince años.

«Es un sobreconsumo que se ha convertido en algo casi natural, si observamos cómo los adolescentes dedican su tiempo libre a recorrer los grandes almacenes en busca de gangas. Los precios son bajos, la moda es la última». Una «ceguera respecto a lo que hay detrás de la ropa», denuncia González Nava, que «hace que el sistema pueda mantenerse. No sabemos y apenas queremos saber. Si acaso, ponemos nuestra fe en que las grandes firmas hacen lo correcto, a pesar de que los hemos demuestran lo contrario».

Insiste en que «la deslocalización salvaje» permite que las «declaraciones buenistas de los grandes empresarios» sean aceptadas por los consumidores.

Los actos de la Fashion Revolution en León concluyen mañana, con la celebración de una mesa redonda en el Palacio Conde Luna, también a partir de las 20.00 horas, en la que se expondrán datos y situaciones sobre la industria actual y los movimientos que han surgido para hacerla transparente y responsable. La entrada es libre.

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