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Entre todas las mujeres

No me cuentes cuentos, iniciativa de Prodigioso Volcán, el laboratorio creativo de Mario Tascón, rescata historias de mujeres que hacen o han hecho historia, contadas también por escritoras y periodistas actuales, entre las que se cuentan hasta cinco leonesas..

La periodista Charo Marcos, coordinadora de 'No me cuentes cuentos', en la sede de Prodigioso Volcán.

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León

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pacho rodríguez | madrid

Ruth Prada, Raquel Peláez, Noemí Sabugal, María Garrido, Ana Gaitero... Coinciden en que a través de la escritura, vertiente literaria y periodística, se dedican a contar lo que pasa, o les pasa, o le pasa a alguien. También les agrupa el origen leonés. Pero lo que aquí les une es la reivindicación de la mujer a través de otras mujeres. De antes. No es que ahora ellas lo tengan más fácil, sino parecido, pero sí, al menos, estaría bueno en estos tiempos, de vez en cuando aparece un altavoz que permite poner a la mujer en el lugar que le corresponde. No me cuentes cuentos, la iniciativa de Prodigioso Volcán.

¿Literatura de mujeres? Sólo decirlo suena excluyente. Como lo sería decirlo de: literatura, cine, música... de hombres. Que suena horroroso. En este caso, Prodigioso Volcán, en Madrid, artefacto comandado por Mario Tascón, y que es un espacio cargado de ingenio, le da la mejor de las vueltas de tuerca y surge No me cuentes cuentos. Así se llama el proyecto que abarca vidas de mujeres que alcanzaron éxitos profesionales, éxitos de la vida, hitos existenciales, pero que, la historia, en masculino, se encargó de oscurecer, no vaya a ser que destaque una mujer. Lo cuentan ellas y lo hacen muy bien. Y salen a la luz logros que demuestran la capacidad de la mujer para siempre remar a contracorriente. Y resistir. Y como es el tiempo de escucharlas, qué mejor manera que leerlas en estas historias que cuentan mujeres actuales, profesionales destacadas y militantes en el compromiso de la igualdad. Como es el caso de la periodista de este periódico Ana Gaitero, sobre la que no hace falta resaltar su mirada siempre comprometida. Pero también pasan por esta galería literaria (que haciendo honor a lo que sería la hipotética religión Tascón de momento sólo aparece en digital) nombres destacadísimos como Mara Torres, otro ejemplo periodístico en el que su principal argumento es el talento. O Montserrat Domínguez. Y así una lista que servirá para reivindicar la memoria, y ante todo la justicia, de la mujer en plural. De esta manera, en el apartado por así decirlo leonés, como ejemplo, Ruth Prada dedica su texto a Maruja Mallo, artista gallega irrepetible. Y así, el resto de escritoras o periodistas han escogido a una mujer que responda a las características que pretende impulsar No me cuentes cuentos.

Al habla con Charo Marcos, de 42 años, coordinadora e impulsora de No me cuentes cuentos, ya se detecta que, más que una vendetta literaria, se trata de dar un golpe sobre la mesa y que sea dado por el puño de una mujer para elogiar a otra mujer. Por eso, sonríe Marcos cuando se le dice que si empezar un eslogan por «No...», no es una forma de reivindicar el cambio a la voz de ya. O si ¿cuántos sesudos publicistas, redactores jefe, etc, les dijeron que no se podía empezar por «No»? Y Marcos sonríe porque, siendo chica, en lo de cómo ser mujer y no morir en el intento, sabe que a veces no se llega ni a la fase de ser escuchada. Y que lo más normal es que la negación esté implícita hasta en el propio planteamiento. «Las mujeres se han pasado la vida haciendo cosas interesantes sin que nadie las contara», asegura. Con la intención de que sea un soporte más para cambiar tendencias, No me cuentes cuentos surge como una colección de relatos para dar a conocer la historia de cien mujeres españolas con trayectoria.

Pero también surge con una intención didáctica, porque aunque, al paso que va, desmentirá cualquier tipo de objetivo para acotar lector, sí que nace para despertar a los más pequeños las ganas de leer y descubrir a esos otros protagonistas, esto es, las mujeres, que por razones patriarcales quedaron al margen de ser destacadas en los índices

El objetivo, según explica Charo Marcos, que es también editora del boletín de noticias Kloshletter, es que, a través de formatos digitales esas cien vidas queden a la superficie para siempre. Y no es exagerado tender a pensar que las que las escriben de alguna forma también empiezan así a dejar su nombre en primera línea de fuego. Porque son los nombres intergeneracionales de Rosalía de Castro, Pilar Miró, Tamara Rojo, o hasta la deportista leonesa Lydia Valentín. «Hay mucha presencia de mujeres gallegas. No era la intención de que fuera así, pero desde De Castro a María Pita han surgido muchas historias de mujeres de aquella procedencia».

También explica Charo Marcos que una vez que el proyecto comenzó, «lejos de tener que rebuscar para encontrar casos que fueran interesantes, nos pasaba al revés. Iban surgiendo y surgiendo mujeres que merecían la pena. Y aunque hablemos de cien, podríamos estar hablando de tantas...», dice. Tantas como hombres aunque para que fuera una justicia poética: que sean más.

¿Y si un día, para este proyecto, se contara con hombres? ¿Sería que habríamos alcanzado un planeta llamado igualdad? La respuesta de Marcos es una mirada. Cree que este proyecto es un éxito en sí mismo por sacar a la palestra a las mujeres. Pero los logros sociales serían otros. Eso sí, lo que se puede asegurar es que la parte masculina de Prodigioso Volcán colaboran en todo lo que se les solicita, y de manera presta y con la misma ilusión que el apartado femenino. Esa igualdad es el quid de la cuestión. Y que también sería parte de la filosofía de esta empresa, dirigida por Mario Tascón, y que surgió en plena crisis hace 8 años pero que tiene el impulso de los sueños pioneros, como un laboratorio de ideas, de pensamiento e información, siempre conscientes de que los soportes ya no tienen nada que ver con lo que hasta ahora habían sido los medios tradicionales.