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Microplásticos, del mar al plato

La OCU halla microfilms en el 68% de los alimentos marinos analizados.

Plásticos en la playa de Haití. TIMOTHY TOWNSEND

Publicado por
León

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efe | madrid

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha encontrado microplásticos en 69 de los 102 alimentos de origen marino (68 %) que han analizado, entre los que había muestras de sal, moluscos y crustáceos.

Las muestras de sal, mejillones, almejas, chirlas, langostinos, langosta y gambas contenían principalmente microfibras y microfilms, según ha detallado la OCU en un comunicado.

En el caso de la sal, dos tercios de la muestras contenían microplásticos «provenientes del medio ambiente y no del envase o el método de obtención», ya que «no existen diferencias significativas entre los resultados de la sal envasada en plástico, cristal o cartón, ni entre la procesada industrialmente y la procesada manualmente».

Sin embargo, la llamada ‘flor de sal’, que cristaliza en la superficie de las salinas marinas, sí ha resultado ser más rica en microplásticos, lo que «podría deberse a una mayor contaminación ambiental o a su estructura escamosa, capaz de retener más partículas».

La OCU recuerda que los moluscos «deben someterse a un tratamiento de depuración cuando están destinados al consumo humano», y aún así se ha encontrado microplásticos en un 71 % de las muestras, sobre todo microfibras.

No hay diferencias de presencia de microplásticos en los distintos tipos de crustáceos analizados —langosta, langostinos y gambas—, una categoría en la que la presencia de estas sustancias llega a dos de tres muestras de alimentos analizadas.

Tampoco se aprecia diferencias en función del tipo de envase o sí se compraron frescos o congelados; por contra, la presencia de microplásticos baja en los que se comercializaban pelados, pues «al retirar la cáscara y el tracto digestivo, que se extrae unido a la cabeza, se reduce la carga de microplásticos», detalla la OCU.

«La presencia de plásticos en el mar no es sólo un problema ambiental, sino que afecta ya a actividades económicas como el turismo o la pesca», asegura la OCU, que llama la atención sobre el posible problema de salud pública que puede acarrear por la presencia de microplásticos y nanoplásticos en los alimentos.

En este sentido, la OCU llama a los consumidores a reducir su uso de plástico, con medidas como comprar más a granel, usar bolsas reutilizables, desterrar los productos de usar y tirar como pajitas o vasos desechables, y sustituir los productos de higiene que lleven microesferas o envasados en plástico.

Guerra al plástico

Instituciones públicas y privadas, empresas y oenegedés se suman al Día Mundial del Medio Ambiente, con iniciativas y llamamientos en favor de un modelo de producción y consumo que prescinda de los plásticos de un solo uso en todas sus manifestaciones, más allá de las bolsas.

El Día Mundial del Medio Ambiente, que instauró Naciones Unidas en 1974 para llamar la atención acerca de los problemas más acuciantes del Planeta, se celebra este 5 de junio bajo el lema Sin Contaminación Por Plástico , una semana después de que la Comisión Europea (CE) anunciara su intención de prohibir estos materiales en objetos cotidianos para los que hay alternativa sostenible.

Un objetivo que se suma a la estrategia adoptada en enero pasado para obligar a partir de 2030 a que todos los productos de plástico estén diseñados para ser reutilizados o reciclados.

Según datos difundidos por la ONU, cada año se vierten en los océanos ocho millones de toneladas de plástico, lo que amenaza la vida marina y humana y destruye los ecosistemas naturales, por lo que este día pretende llamar la atención sobre la necesidad de reducir la pesada carga que supone este material en la naturaleza.

La Ocean Cleanup Foundation alerta de que la zona de alta acumulación de residuos flotantes detectada en el Pacífico oriental, conocida popularmente como la isla de plásticos, contiene cerca de 1,8 billones de piezas o fragmentos del residuo.

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