Santa Cerecita

Que estamos ya en tiempo de cerezas, corazón, y ya se te pone morrito de pecado rubí... que el 25 se celebra santa Cerecita, patrona de los fruteros, y aún no te has comprado la blusa blanca con que saludas cada año la verania dibujando ahí lamparones de fiesta con sangre de picota tinta... que se acaba el curso y lo has cuadrado de matrícula, así que te mereces un homenaje cerecil, incluido ese sabroso gazpacho de cereza que descubriste hace tres años y que ya te envicia para matar en la mesa los calores... no pidas permiso si hablas de cerezas y de antojos... es tu tiempo cerezante, despáchate a gusto y exagera... sólo es un mes y medio al año de cereza local, aunque ahora las cerezas se estiren por todo el calendario al viajar desde otras primaveras lejanas... hasta en la gélida Navidad tienes cerezas de eco chileno, quién lo diría.

Las cerezas de León vinieron de lejos, como las castañas y los negrillos... ahí está el pueblo de Cerezales diciendo que es también frutal antiguo. Existe el cerezo cazurro, cierto, pero es montés, bravo y agraz, de modo que sólo sirve como base para injertar variedades que en otros lugares se fijaron gracias a agricultores averiguadores, como nuestra variedad más famosa, la berciana «garrafal napoleón» que vino no hace tanto de Alemania... y otras llegaron de La Vera cacereña o del Jerte, la patria cerezal española, aunque en Aragón o Murcia tienen también sus señas propias. Sin embargo, repasando la lista de las cincuenta variedades de cerezas más comunes en España, apena ver que la mayoría tiene nombre foráneo. Aquí racanea el estudiar nuevas variedades y son canadienses y californianos quienes más avanzan lanzando cada año tipos nuevos como esos cerezones igual que ciruelas, borrachos de jugo, cerezas de dos mordiscos.

Nos consolaremos, sin embargo, con los nombres de algunas variedades españolas: la ambruñesa cacereña, la piconegro del Jerte, la corazón de pichón, la pedromerino, la cristobalina, la jarandilla, la barrigueta...

¿Y las guindas?... no son cerezas, son primas del bruno ciego y sólo valen para orujo y dar dolor de tripa.