El peligro de la agresividad al volante

colpisa | madrid

La agresividad al volante en España muestra unas cifras preocupantes. Uno de cada tres conductores, el 35%, reconoce que cuando se sube al coche se transforma y protagoniza un comportamiento incívico, con insultos, miradas de desprecio, gritos e, incluso, gestos groseros. Sin embargo, el problema de verdad reside en que 2,8 millones de conductores, uno de cada diez se describe a sí mismo como un automovilista «altamente agresivo», capaz de llegar a la violencia física y de dar rienda suelta a su ira con peligrosas maniobras para intimidar o vengarse de otros vehículos. Así lo certifica el estudio monográfico realizado por la Fundación Línea Directa y el Instituto Universitario de Investigación de Tránsito y Seguridad Vial de Valencia (Intras).

La encuesta desvela que 3,2 millones de españoles, el 12% de los que tiene carné, ha retado en alguna ocasión a otros a salir del coche y resolver sus diferencias de forma violenta y 2,6 millones se ha pegado por una riña de tráfico o está dispuesto a hacerlo si se le presenta la ocasión. El 26% casi 7 millones de conductores reconoce haber adelantado bruscamente a otro vehículo para intimidarle. Este enorme volumen de violencia tiene consecuencias directas. Algo más de 294.000 conductores «muy agresivos» admitieron haberse visto implicados en accidentes de tráfico con heridos en los últimos cinco años e, incluso a 105.000 de ellos, el estudio les describe como «violentos viales», confesaron que habían sido la causa directa de siniestros con víctimas.

Por comunidades autónomas, cerca de 170.000 conductores de Castilla y León admiten que se han peleado o estarían dispuestos a hacerlo por una riña de tráfico y cerca de 200.000 reconocen haber retado a otro conductor a salir del coche para solventar sus diferencias. En cuanto a los castellano y leoneses sólo el 2% de los españoles los consideran agresivos.