Diario de León

«Esther sigue viva entre nosotras»

La religiosa leonesa asesinada en Argel en 1994 recibe hoy un homenaje por su beatificación La diócesis de León celebra el 30 aniversario del día del misionero.

Esther con los niños de un hospital donde trabajaba en Argel.

Esther con los niños de un hospital donde trabajaba en Argel.

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silvia matilla | león

Los misioneros son personas cuyo objetivo vital es el anuncio del evangelio mediante obras y palabras entre aquellos que no creen.

La labor de los misioneros en la diócesis de León causa auténtica devoción, como así lo demuestran los 416 misioneros leoneses que repartidos por 54 países ofrecen ayuda espiritual y profesional a las personas más necesitadas. Es el caso de las hermanas agustinas misioneras en Argel que como comenta la hermana Montserrat ahora se dedican a atender a los niños de un barrio marginal en sus tareas extraescolares «vienen a la casa después de las clases y allí les ayudamos con matemáticas. Francés, árabe e incluso música».

Han vuelto a Argel tras el asesinato en 1994 de las hermanas Esther Paniagua y Cari. El día del Domund, el 23 de octubre las hermanas se dirigían a la Iglesia para preparar la eucaristía cuando las asaltaron y acabaron con su vida. A pesar de eso y de la inseguridad en las calles contra extranjeros y religiosos las hermanas agustinas misioneras continuaron su labor allí.

A la agustina misionera leonesa Esther Paniagua se le rinde homenaje hoy en los actos del día del misionero que se celebra en la casa de espiritualidad de los padres dominicos de la Virgen del Camino. En los actos estarán presentes algunas compañeras que siguen viviendo en Argel y que estuvieron allí aquel día de 1994. Afirma Montserrat que para la congregación de agustinas misioneras supone «una gran alegría que se le rinda homenaje en su tierra», donde también está enterrada.

Esther Paniagua en Argel se dedicaba al cuidado de niños discapacitados y al área de pediatría desde sus conocimientos como enfermera y afirma Montserrat que «hemos recibido recuerdos de personas argelinas que no sabíamos ni que la hubieran conocido». Le apasionaban los niños y por ellos se desvivió. En sus últimos tres años fue trasladada a un hospital en la capital, Argel, por motivos de seguridad. Como recuerda Montserrat: «Allí se atacaba tanto a médicos como a periodistas o personas civiles, nosotras no fuimos las únicas que sufrimos perdidas».

La vuelta a Argel de Montserrat fue mejor de lo esperado, las gentes que habían dejado en el barrio donde vivían la recibieron con los brazos abiertos y recordándoles que «su presencia allí es símbolo de perdón». «Los propios habitantes de la ciudad también han llorado mucho», cuenta Montserrat al revivir el horror que supone el terrorismo para las personas allí residentes.

A las 11.15 horas de la mañana el obispo de León, Julián López será el encargado de expresar el mensaje de acogida a los misioneros presentes para después dar paso al homenaje a Ester Paniagua en el que participará la hermana Montserrat para rendir pleitesía a la vida y obra de las agustinas misioneras asesinadas en 1994 y que han sido reconocidas este año beatas mártires por el papa Francisco al igual que los otros 17 religiosos que fueron asesinados en Argel.

La hermana Lourdes también estaba en Argelia el día de los hechos. Recuerda que «Esther sigue viva entre nosotras» y al igual que ellas todos los religiosos que eran conocidos de las agustinas misioneras.

En Argel la mayoría de la población es musulmana y aún así, recalca la hermana Lourdes, «somos muy queridas entre la población, realizamos jornadas entre ambas religiones, exposiciones de artistas argelinos y de otras nacionalidades». Actualmente la fecha de beatificación de los religiosos no se conoce, pero para las agustinas religiosas «es una alegría y sirve como reconocimiento de una vida dedicada a difundir el reino de Dios» como apunta Lourdes.

Las agustinas misioneras están presentes en todo el mundo pero según Piedad Pacho, en cada rincón por recóndito que sea está el recuerdo de Cari y Esther.

Esther saludando al papa Woyjtila. DL.

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