Cantera criminal

N o sé por qué llamaron al paraje con el diminutivo de «medas», Médulas, cuando su colosal tamaño invita más al aumentativo, «Medones», por ejemplo. La verdad es que las agujas arcillosas de esa mina romana, descollando sobre barranca rojiza y cobertor de sardón, castaño o roble, evocan vagamente a la meda, montón cónico de hierba apilada en torno a un palo tieso, tan frecuente en toda pradería norteña y hoy sólo vista, escaseando, en lo cantábrico pobre.

Por aquí, sin embargo, a la poco usual meda se la llamaba «almiar», claro eco arábigo, aunque últimamente la Academia diga que almiar procede del latín «medialis» (palo en medio), ¿?, haciendo que Sócrates sonría escéptico: a ver, almiar es árabe y meda puro latín que llama «meta» a todo montón cónico y, así, podemos deducir que fueron romanos hispanos los que llamaron «métulas» a las Médulas, su gran mina, puro cieloabierto , brutal atentado natural que hoy le hubiera costado a Roma multón de vértigo y cárcel con grilletes (a tiempo estamos de reclamárselo a Salvini, amén del oro que expoliaron sus fuerzas de ocupación, sus «legías»). Pero no lo llamaron así por esas altas agujas que hoy vemos (ellos no; sólo la erosión de siglos las talló), sino por el emjambre de montoneras cónicas, «métulas», extendidas por toda la zona baja con los áridos de morrillo y cascajo que salían de lavar millones de toneladas de tierra para ordeñarle sus pajuelas de oro nativo, tierra que abatían rompiendo los montes a lo bestia con ingeniosos túneles que inundaban de agua explosiva, método que llamaban «ruina montium» -para despejar dudas, supongo-, ruina que perpetuaría después toda la agresiva minería carbonera por la que ahora, encima, suspiramos... y añade: no hace mucho, justo frente a Las Médulas, surgió otra ruina montium , otro cieloabierto que dicen cantera, robo impune y feroz de su monte, horrenda visión, mordiscazo que aterra, gravera criminal... Sócrates no ahorra venablos para no olvidar la clase delincuente del empresario que la explotó contra toda ley y juez... y porque ahora hay que pagar el aseo de ese crimen.