No al aborto en Argentina
El texto no logra superar la última fase parlamentaria en el Senado a pesar de recibir el respaldo del Congreso por primera vez en la historia Los detractores reciben la decisión «con emoción» y las mujeres anuncian que seguirán la lucha.
efe | buenos aires
Entre «mucha emoción» y sonrisas de oreja a oreja, los detractores del proyecto de ley que buscaba aprobar el aborto en Argentina aplaudieron que el Senado haya estado de su lado y haya tumbado una iniciativa que los que sí la apoyaban continuarán defendiendo para que salga adelante en 2019.
Miles de personas, separadas por vallas entre los que se mostraban a favor (con pañuelos verdes) y en contra del texto (pañuelos celestes), se congregaron a lo largo de toda la fría y lluviosa jornada del miércoles a las puertas del Congreso argentino, en Buenos Aires, para seguir el debate de cerca.
«Esta es una noche clave para Argentina. Se puso de pie, no quiere el aborto, que implica la despoblación del país y el ataque a la familia y el niño por nacer», dijo a Efe Juan Carlos Monedero, definido como «católico argentino».
Tras 16 horas de sesión, en la madrugada de ayer, la Cámara Alta rechazó, con 38 votos en contra y 31 a favor, sancionar un proyecto de ley que preveía despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14 de gestación.
«Es una alegría que nuestra sociedad pueda estar basada en un principio tan importante como es la defensa del más indefenso, el niño, y de todas las personas», dijo por su parte Rosario Nocenti, que, como otras tantas personas, llegó de fuera de la capital, en este caso de Córdoba.
Por haber sido finalmente rechazada, la iniciativa —que en junio tuvo el visto bueno de la Cámara de Diputados pero no ha corrido la misma suerte en la de Senadores— no podrá ser presentada nuevamente para su tratamiento parlamentario hasta el próximo año. Es por ello que la otra cara de la moneda fueron las miles de personas que pedían aprobar la ley del aborto, que sustentaban su ‘sí’ principalmente por una cuestión de salud pública, por la alta mortandad de mujeres en los abortos clandestinos que se celebran en el país.
Camila Piñero, 20 años, remarcó que hasta el último momento guardó la «esperanza» de que lograrían el cambio de opinión de los senadores. «Creo que continúa (la lucha). Se logró una gran marcha», añadió, convencida de que, a pesar de lo ocurrido, ha sido un hecho «histórico» que el aborto haya podido debatirse en el Congreso, tras muchos años de intentos fallidos.
El desalojo de las afueras del Parlamento no estuvo exento de incidentes, que dejaron, según medios locales, varios detenidos por enfrentamientos de los manifestantes con la Policía. «Hizo muchísimo frío, mucha lluvia, pero mucho compañerismo, una noche muy linda hasta que se iba alargando».