Ayudar ‘a ciegas’ toda una vida

silvia matilla | león

La Once cumple 80 años en León. Su objetivo sigue siendo ayudar a las personas con discapacidad visual. El empleo, la movilidad y las nuevas tecnologías son la clave para conseguir este propósito.

En 1938 el sueño de un grupo de invidentes de diferentes comunidades se hizo realidad. Con mucho esfuerzo lograron crear una organización para apoyar laboralmente a un colectivo que no tenía muchas opciones de empleo.

Así surgió la Organización Nacional de Ciegos españoles. Hoy en día tiene sedes provinciales repartidas por toda España. En León el número de afiliados a esta organización está en torno a las 700 personas. Óscar Pérez es el delegado provincial de la Once en León desde el año 2011.

Los actos de celebración del 80 aniversario de la Once en la provincia de León van de la mano de la capitalidad gastronómica española que ostenta la ciudad. En este marco se celebró el pasado mes de julio una comida a ciegas que puso el foco en la «sensibilización y concienciación hacia la ceguera» apunta Óscar Pérez. A finales de año, adelanta Óscar Pérez, «queremos organizar un concurso de tapa accesible que aún no sabemos cómo va a ser pero queremos cerrar este año tan significativo con ello». A lo largo del año también han sacado un cupón con el motivo de la capitalidad gastronómica y otros con su conmemoración de aniversario.

La Once lleva presente en León desde su fundación a nivel nacional «hemos tenido cinco sedes, la primera estuvo en calle La Rúa y desde hace 25 años estamos en la sede actual, en Luis Carmona.

Lo más reconocible

Los cupones de la Once son el sello identificativo de la organización. Sin embargo, como cuenta el director de la Once León, «los cupones son los que más suenan pero lo que vendemos son productos de juego».

En la actualidad, junto con la Sociedad Española de Loterías y Apuestas del Estado son los únicos certificados para comercializar loterías. «Sólo el 50% de lo que vendemos son cupones, la denominada lotería pasiva. Ha ganado mucho terreno la lotería instantáneas, los rascas de la Once y el juego activo que se parece a las quinielas y primitivas tradicionales» apostilla Óscar Pérez. La Once vende productos de juego, no exclusivamente cupones.

Equipo multidisciplinar

De las 700 personas afiliadas y a las que se ayuda en León, el 15% son ciegas totales. Las demás pueden tener discapacidad visual u otras dificultades, tales como la sordoceguera que es una de las más complicadas para la vida diaria. El director de la Once en León señala que la Once en la provincia «cuenta con un equipo multidisciplinar que intentan abarcar todos los problemas pero no contamos con técnicos especializados en todos los ámbitos porque no tenemos recursos económicos suficientes».

A pesar de eso, la lista de técnicos y personal dedicado a la atención de las personas con discapacidad en León engloban «desde seis maestros, tres que dependen de la Once y otros tres de la junta de Castilla y León, que ayudan a toda persona con discapacidad que esté estudiando hasta un equipo de psicólogos, trabajadores sociales y técnicos de rehabilitación», cuenta Óscar Pérez.

Uno de los aspectos más importantes del trabajo de la Once en León y una seña de identidad de la organización durante estos 80 años es el apoyo a la inserción laboral de las personas con discapacidad visual a un empleo. «Contar con un técnico de inserción laboral ayuda las personas con discapacidad y a las empresas que contratan», argumenta el gerente de la Once en León.

Llevan 10 años con esta figura y «a través de jornadas de concienciación y de sensibilización la organización se pone en contacto con las empresas que contratan a discapacitados, en todos los ámbitos laborales». La Once es un recurso que todas las personas con discapacidad tienen pero el objetivo es la integración laboral plena.

La Once es una organización autónoma. «El principal requisito para ser independiente es la autonomía económica», confirma Óscar Pérez.

Todo lo que ganan es de la venta de sus productos de juego y su destino es el apoyo con los recursos necesario a los discapacitados que lo demanden. Uno de los objetivos es el empleo y la formación pero también en los últimos años conjugan necesidades y demandas actuales de la sociedad con problemas que vienen de lejos.

El manejo de las nuevas tecnologías es un requisito imprescindible, para ello cuentan con un instructor informático que les ayuda a manejar los aparatos electrónicos. «Antes sólo había una manera de acceder a la información, leyendo un libro o la prensa y con el sistema braille bastaba pero ahora hay otros métodos que facilitan la vida a las personas con discapacidad visual y es necesario que aprendan a manejarlos», relata Óscar Pérez.

Un aspecto que acompaña la vida de un discapacitado es la movilidad, por eso es tan importante la figura del rehabilitador como «la persona que enseña y ayuda a utilizar las herramientas necesarias y las habilidades diarias que deben saber las personas cuya pérdida de visión sea de un día para otro», recalca el director de la Once en León a la vez que dice que «las personas que se quedan ciegas de un día para otro tienen una ventaja con respecto a las que lo son de nacimiento, para ellas es más fácil adaptarse ya que tienen referencias gracias a haber visto, pero a la vez es más difícil de asimilar».

La ayuda de la Once seguirá, «nunca se debe parar de mejorar en la ayuda a las personas», cuenta Óscar que confirma que «también nos adaptamos a las opiniones de los usuarios para mejorar».