SIGUE ALEGANDO SU INOCENCIA
El juicio en contra del español Pablo Ibar en EE.UU. se aplazó hasta febrero de 2019
Pablo Ibar es acusado de cometer tres asesinatos en 1994 y en el primer juicio fue sentenciado a la pena de muerte
Luego de que el juez del caso de Pablo Ibar, que lleva 24 años preso en Estados Unidos y de los cuales pasó 16 en el corredor de la muerte por un triple asesinato, decidió postergar el inicio de un nuevo juicio hasta febrero de 2019, la defensa se mostró contrariada por esta noticia e incluso la consideró como una estrategia dilatoria en contra del español.
El equipo de abogados encabezado por Benjamin Waxman, había presentado una petición de "juicio rápido" ("speedy trial") en un tribunal de Fort Lauderdale (sureste de Florida), pero el juez encargado del caso, Dennis Baily, denegó la solicitud.
De esta manera, el inicio del nuevo juicio a Pablo Ibar por tres asesinatos ocurridos en Florida (EE.UU.) en 1994 no será este 15 de agosto como estaba previsto, sino hasta febrero de 2019 según decidió el juez, quien denegó en una audiencia una petición de la defensa para un juicio rápido y accedió a una solicitud de la Fiscalía a fin de tener más tiempo para preparar a los testigos.
El equipo de abogados que representan a Ibar también esperaban que el próximo miércoles comenzara la selección de los 12 miembros del jurado que tendrá en sus manos la absolución o condena del español. "Creo que es un error que el juez haya denegado la petición de juicio rápido. Es muy frustrante", dijo a la salida de la audiencia el abogado Joe Nascimento.
Ahora la selección del jurado durará entre seis y ocho semanas. Unas 2.000 personas serán entrevistadas y tras una primera criba y la elección de 18 potenciales miembros, esta se reducirá a 12.
Pruebas en contra de Pablo Ibar
La decisión del juez Baily fue sopesando la petición de la Fiscalía de un aplazamiento para poder disponer de más tiempo en la preparación del testimonio de un experto en ADN, al que llamarán a declarar.
Sin embrago, para el abogado defensor se trata de una opinión (la del experto de la Fiscalía) "no fiable ni científica", y nuestros expertos están preparados para demostrarlo en el juicio, aseguró Nascimento.
Cabe recordar que la Fiscalía registró en 2016 en un tribunal, 22 años después de los asesinatos, una prueba que pretende relacionar a Ibar con un nuevo "perfil de ADN parcial" hallado en la camiseta con la que se tapó la cabeza uno de los asesinos y que arrojó al exterior de la casa donde se cometió el crimen en 1994.
Pero ni las huellas dactilares recogidas en el lugar del triple asesinato ni las muestras de pelo ni las de ADN que se hallaron en la camiseta coinciden con las de Ibar, que siempre ha mantenido su inocencia.
Demasiados aplazamientos del juicio
En la audiencia de hoy, la defensa de Ibar echó en cara a la Fiscalía las dilaciones y retrasos en el proceso y se enzarzaron las dos partes en una discusión en la que uno de los fiscales llegó a tachar de insultante que se pueda acusar al Estado de querer retrasar el caso deliberadamente.
El magistrado medió en la disputa, resaltó que lo esencial es que se lleve a cabo un "proceso justo" y que, ante la posible coincidencia de las fechas del juicio con las festividades a partir de noviembre, aplazaba el comienzo de la selección del jurado hasta febrero de 2019.
Para Tanya Ibar, esposa del español, resulta "preocupante" esta demora de seis meses por un motivo obvio: facilita que las personas que sean seleccionadas "se formen una opinión" antes del juicio.
Un juicio más en contra de Ibar
Este es el tercer juicio al que será sometido Ibar, de 46 años, por un triple asesinato de Casimir Sucharsky, dueño de un club nocturno y de las modelos Sharon Anderson y Marie Rogers; por los que fue condenado a muerte en 2000, aunque dicha condenada fue anulada en 2016 por el Tribunal Supremo de Florida, que ordenó la repetición del juicio.
El equipo defensor que dirige Benjamin Waxman había recusado en mayo pasado la elección de Baily como magistrado del caso con el argumento de que fue fiscal auxiliar en la misma oficina donde también ejerció Chuck Morton, fiscal del juicio en que Ibar fue condenado a la pena capital.