Hallan en Uruguay restos de gliptodonte
El caparazón del animal encontrado por un campesino en la ciudad de Carmelo tiene 16.000 años de antigüedad.
efe | montevideo
Los restos de un gliptodonte, que datan de unos 16.000 años de antigüedad, fueron descubiertos en la ciudad de Carmelo, en el suroeste de Uruguay, por un campesino, que decidió contactar con el paleontólogo del Museo Nacional de Historia Natural (MNHN) Andrés Rinderknecht para comunicar el hallazgo.
El experto dijo a Efe que el fósil era parte de un caparazón «muy duro» de un gliptodonte, mamífero herbívoro gigante que vivió en la llamada Era del Hielo, hace unos 50.000 años, junto a mastodontes y perezosos gigantes, similar a la ‘mulita’, animal autóctono de Uruguay.
La lluvia incesante fue la herramienta oportuna para que el resto del caparazón, «del tamaño de una mesa», se dejara ver a orillas de un arroyo, así fue como un campesino que se encontraba allí lo encontró y se puso en contacto con al MNHN y a Rinderknecht.
El proceso de limpieza llevó unos tres días, aunque, según Rinderknecht, «no fue complicado», ya que el animal vivo pesaría de 800 a 1.000 kilogramos, pero al descubrir solo un trozo del esqueleto, el peso de la pieza oscila entre unos 70 y 80 kilogramos.
Según señaló, el gliptodonte tuvo un caparazón redondo y alto, una cabeza pequeña, y era de movimientos lentos debido al peso y a la protección que le propiciaba su rígida cobertura.
Su extinción tuvo lugar hace unos 8.000 años y, al igual que los mastodontes, la razón sigue siendo «un misterio», indicó el paleontólogo.
Además, sostuvo que existen dos teorías: que los animales gigantes murieron debido al cambio climático, tras el calentamiento global y el fin de la era glacial, o por la convivencia con el ser humano, que los cazaba para su alimentación.
La aparición de estos animales «no es excepcional», contó el paleontólogo, quien informó de que en el país suramericano hay alrededor de seis «esqueletos completos» exhibidos en los departamentos de Colonia y San José, (suroeste) y Canelones (sur).
Sin embargo, destacó este descubrimiento desde el punto de vista didáctico o pedagógico, porque el esqueleto quedará en Carmelo para su exhibición y no para estudiarlo, como sucede en los que se encuentran en el Museo Nacional de Historia Natural.