Leonor se corona en Covadonga
La Familia Real asiste a las efemérides del reino, la ‘Santina’ y el parque nacional.
Alfonso R. Aldeyturriaga | real sitio de covadonga
Llegó la comitiva a Covadonga con media hora de retraso. Justificado. En Cangas de Onís, los reyes Felipe y Letizia y sus hijas, Leonor y Sofía, se entretuvieron saludando a los abuelos de un asilo. Sirvió la espera para afinar voces y lanzar ¡vivas! A la monarquía, al Rey, a la Guardia Civil y a la Policía. Allí, en Covadonga, cuna del Reino, con banderines de Asturias, España y Europa, un millar de personas aguardaban para ser parte del histórico día, el de celebración de los tres centenarios —el XIII del Reino de Asturias, el I de la Coronación Canónica de la Virgen y el I de la creación del Parque Nacional de Covadonga— y ser testigos del gran día de Leonor. La Princesa de Asturias llegó en vehículo propio, con el estandarte azul que eligió como enseña cuando recibió los atributos de heredera de la Corona. Acompañada de la infanta Sofía, descendió del coche y buscó con la mirada a su padre, al Rey; de hecho, no dejó de hacerlo durante toda la jornada, para que la guiara. Tímida y sonriente, era consciente de que se la observaba con lupa. Don Felipe, doña Letizia y sus hijas respondieron con saludos a los primeros aplausos y vítores. Tras saludar a las principales autoridades de Asturias —lamó la atención la corbata verde (acrónimo de Viva el Rey de España) con flores de lys (la de los Borbones) que lució el alcalde de Cangas de Onís, José Manuel González Castro—, la Familia Real se adentró en la Santa Cueva. Fue el momento más íntimo y recogido, y dicen que el que más impactó a la princesa Leonor y a la infanta Sofía. No es de extrañar. La gruta es la gruta. Allí están la Santina —ayer con manto rojo y delantal y rostrillo históricos, confeccionados a partir de un vestido que fue de la reina María Cristina y donó su hijo Alfonso XIII poco después de su muerte— y los restos de don Pelayo —por lo que está catalogada como panteón real—. «Que la Virgen proteja a esta querida Familia Real en un momento decisivo y delicado para España», deseó el arzobispo de Oviedo a los pies de la Santina. Antes, Jesús Sanz Montes tuvo unas palabras dedicadas a Leonor que, a decir verdad, pocos esperaban. Y es que, pese a que se trataba del primer acto oficial de la Princesa de Asturias como heredera al trono, en Zarzuela se anunció en agenda como uno más. Trascendencia histórica, sí; pero intentando darle normalidad a la jornada.