LEONESAS DE AYER Y HOY ISABEL LLANOS LÓPEZ
La mujer policía que recita poesía al oído
ana gaitero | león
Isabel Llanos soñaba con ser policía para ayudar a la gente «como mi abuelo». No le fue fácil pero lo consiguió. Empezó a trabajar en la adolescendencia como vendedora de Avón, «era una crack», llegó a crear una academia de sevillnas en León y ha aparecido en el mismo telediario como portavoz de la policía en Barcelona y como modelo de talla grande.
Estas pocas líneas dan idea del espíritu inquieto, emprendedor y tenaz de una leonesa que nació en el barrio de El Crucero, estudió el IES Antonio García Bellido de Armunia y se ahorraba el autobús de ida y vuelta a la Escuela de Idiomas para comprarse libros. Ya no tiene donde meterlos.
Después de sufrir un accidente de moto, otra de sus aficiones, de montar una agencia de azafatas que organizó varias ferias y de rodarse como guarda jurado, fue la primera mujer que desempeñó el puesto en Carrefour, logró entrar en la Escuela Nacional de Policía de Ávila. Tenía 27 años y aquellas ganas de ayudar a la gente aún intactas.
Enseguida se apuntó a colaborar con el periódico de la escuela, que se publicaba en colaboración con el Diario de Ávila, y así empezó a hacer pública otra faceta que cultivaba en secreto y diario tras diario desde niña. «Siempre me escapaba a los libros. Comencé a escribir con 11 años y escribo cada día», confiesa.
Tras un destino de prácticas en Alicante y una temporada en Madrid, apareció en una comisaría de Barcelona y al cabo del tiempo fue destinada a su gabinete de prensa. «Fue la etapa más feliz de mi vida», admite. Isabel María Llanos López (León. 1971) fue el rostro del Cuerpo Nacional de Policía en la ciudad condal en momentos tan críticos como los atentados que acabaron con la vida de una policía local de León y del político Ernest Lluch.
Homicidios y todo tipo de altercados eran el caldo de cultivo ideal para esta mujer que busca la adrenalina en cada faceta de su vida. Como policía tiene 35 felicitaciones y también la Cruz de Plata de la Orden del Mérito Civil. Pero un día lo dejó y pasó a segunda actividad.
Acostumbrada a trabajar y a estudiar desde joven, se puso con la Criminología y la Psicología. Hizo un máster de comunicación en situaciones de crisis y acabó convirtiéndose en docente tras terminar la carrera de Periodismo y conseguir el título de doctora. «Fui a un curso a Madrid y me quejé de que había sido una pérdida de tiempo. Me retaron a que diera yo una conferencia y me lancé», explica. « Lo más bonito que me han dicho: «Es que tus clases hacen pensar» porque aunque son para adultos creo que la introspección y a reflexión es la clave de todo», admite. Parafrasea el «pienso, luego elijo».
Lo hacía en sus consultas como psicóloga, coach o preparadora de opositores: «Primero potenciar esa reconciliación con la esencia de cada uno, con lo que verdaderamente son sus motores vitales, encontrarse bien primero para encarar después. Ver salir a la gente adelante también es gratificante», explica.
Un curso de interpretación con Javier Galito Cava al que llegó para perfeccionar su faceta de modelo le ayudó sacar la actriz que lleva dentro. Este verano trajo a León una iniciativa que surgió en París y que está de moda en las ciudades y ella misma interpretó a La Moncha, legendaria prostituta amiga de Genarín que le habría asistido en la vida y en la muerte, en una de las cuatro piezas desarrolladas de forma simultánea en cuatro pisos del Barrio Húmedo. El público se desplazaba de casa en casa para asistir al primer evento de Hors Lits —Fuera de la Cama— en León. Mujeres vividas fue el título de este proyecto que refrescó una noche veraniega de León con la cultura viva en las casas.
Isabel Llanos tenía una cuenta pendiente con la escritura. La publicación de su primer poemario, Con derecho a roce , que toma el título de la columna que publica en El Periódico de Cataluña y en Astorga Redacción. Con el proyecto Prostíbulo poético ya ha publicado textos en libros colectivos. De la mano de Sonia Barba empezó a recitar poesía al oído y en un espacio íntimo y también a escribir poesía, así que lo suyo con los versos es otro sorbo de vida que está disfrutando en estos últimos años en Barcelona, aunque con la vista puesta cada vez más en León. «En las distancias cortas es donde la gente se abre. Cuando recitas poesía al oído la gente se pone a reír o a llorar», afirma. El contacto directo con el público es una de las cosas que más le gusta del Prostíbulo Poético. «Cuando ves a alguien que está prestando atención te haces más responsable con tu trabajo», añade.