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La ULE detecta plagios con Turnitin

Los profesores de la Universidad de León tienen a su disposición una herramienta digital que ‘chiva’ copias y pegas descarados de otros trabajos y de páginas de Wikipedia, pero no es suficiente. El director del Servicio de Publicaciones, José Manuel Trabado, cree que el volumen de estudios necesita nuevas estrategias y más recursos para detectar calcos..

Los contenidos de acceso libre favorecen el plagio en internet. DL

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León

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carmen Tapia | león

Cinco minutos después de que la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, Carmen Montón, presentara su dimisión el martes, su página de Wikipedia pasó de tener 200 visualizaciones diarias a 65.000 entradas, 65.000 personas que consultaron datos sobre su biografía personal y política, en la misma plataforma a la ella recurrió para plagiar a varios autores, sin citarlos, en su trabajo fin de máster titulado Reproducción asistida, ¿una liberación o un retroceso en la igualdad?.

La actualidad marca el ritmo de un medio que cuenta con 1.473.596 artículos en español, un goloso compendio de información libre que consultan cada día 37.337.313 personas de habla hispana, según los datos que ofrece el coordinador de Wikimedia y usuario de contenidos de Wikipedia en España, el leonés Rubén Ojeda. Una tentación para los que van con prisas, a los que los plazos se les echan encima y necesitan información rápida para completar estudios, trabajos, doctorados o másteres. Los que tiran por la calle de en medio han pasado de preparar minuciosas ‘chuletas’ con los apuntes al copi paste , el copia y pega digital que tiene como principal fuente de información Wikipedia, una plantaforma que se nutre cada día con 200 nuevos artículos en español.

«La práctica del pirateo va con el género humano», explica el decano de Filosofía y Letras de la Universidad de León, Juan Mata Caballero, que asegura que utiliza la plataforma Turnitin para comprobar que sus alumnos no plagian trabajos ya publicados.

Turnitin es una herramienta digital disponible en el sistema Moodle de la Universidad de León para pillar a los que presentan trabajos calcados de otros autores. «Les pedimos a los alumnos que cuelguen sus trabajos ahí para detectar posibles plagios de internet», explica Mata Caballero. Pero la plataforma sólo sirve para lanzar una primera alerta orientativa. Si la máquina detecta un 20% de coincidencia con otros trabajos el profesor tiene que hacer un segundo rastreo para comprobar que se trata de un plagio. «Hay que pone en duda los resultados porque no reconoce las comillas. Si un alumno copia un párrafo de otro trabajo pero lo entrecomilla y cita la fuente, entonces no es un plagio. En varias ocasiones he tenido que ir a Wikipedia y al Rincón del Vago para comprobar si se había copiado de esas páginas». Sin embargo, la experiencia académica hace que los profesores sospechen tras una primera lectura. «Hace tiempo rechacé un comentario de texto porque el nivel del lenguaje utilizado no era el adecuado para el alumno. Entonces lo pasé por Turnitin y me saltó una página con un comentario idéntico al del alumno. Acabó suspendiendo». Pese a todo, Mata Caballero no desaconseja el uso de Wikipedia. «Recomiendo que sí, que la utilicen, que filtren la información y citen la procedencia».

La estrategia de Bolonia introdujo cambios en el sistema universitario que impulsó el número de másteres obligatorios. «Es tal la cantidad de trabajos, doctorados y másteres que se presentan que utilizar Turnitin resulta un poco lento», explica el director del Servicio de Publicaciones de la Universidad de León, José Manuel Trabado. «Yo no la suelo utilizar porque no es una herramienta fácil», explica Trabado que apuesta por un sistema más accesible. «Antes era más fácil detectar un plagio. Ahora hay mucho conocimiento en acceso abierto».

La Universidad de León carece de un protocolo específico que permita al personal docente detectar reproducciones exactas de documentos. «Necesitaríamos más personal y recursos», una necesidad que se hace patente tras los escándalos de políticos que consiguen másteres sin esfuerzo, lo que le ha costado el cargo a la ministra de Sanidad, Carmen Montón y a la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes. Los másteres de Pablo Casado, presidente del PP, y Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, también están en tela de juicio. «Son pocos los casos que se dan pero los pocos que hay se utilizan más para el desgaste político que como ética académica».

La vicerrectora de Estudiantes y coordinadora de máster de la Universidad de León, María de los Ángeles Díez, asegura que no hay datos oficiales sobre el número de plagios que detectan los profesores universitarios. «Hay obligación de que los alumnos cuelguen sus trabajos en Turnitin, una aplicación disponible para todos los profesores universitarios, pero si se detecta un plagio superior al 20% hay que comprobar que no se trata de citas. La utilización de bibliografía es obligatoria en todos los trabajos. Hay que comprobar si es cita o plagio. El profesor de máster tiene que revisar todos los trabajos».

«En ocho años, el programa detectó plagio en dos trabajos Fin de Grado en Económicas que luego comprobé y eran citas entrecomilladas, es decir, bibliografía utilizada por el alumno», recuerda José Luis Vázquez, director del área de Estudios de Posgrado. «Todos los alumnos firman una autorización y Turnitin se pasa sistemáticamente en los trabajos Fin de Grado y Fin de Máster».

Vázquez aconseja a sus alumnos no acudir a fuentes como Wikipedia «y si lo hacen la tienen que citar porque no es una fuente fiable. En general hay que tener mucho cuidado con cualquier fuente que esté en internet y la más descartada es el Ríncón del Vago, donde todo el mundo pone a disposición de otros sus trabajos, pero son de pésima calidad».