«La corriente antivacunas es una peligrosa insensatez»

Lugar: Fundación Merayo (Santibáñez del Porma, c/ El Molino, 20)

Hora: 20.00 horas

Día: Viernes 21 de septiembre

carmen Tapia | león

«Parece ciencia ficción pero no lo es. La genética molecular sustituirá a las vacunas tradicionales. Se descenderá hasta la molécula protectora y se la utilizará sólo a ella para las vacunas del futuro». El catedrático emérito de Microbiología e Inmunología de la Facultad de Veterinaria de León, de la que ha sido decano, Elías F. Rodríguez Ferri, hablará mañana de las ‘Vacunas del siglo XXI’ en la Fundación Merayo. «Sobran las bacterias, los virus y los parásitos que se han venido utilizando en las vacunas tradicionales». Ferri destaca las vacunas contra el cáncer de próstata que ya se han experimentado o las que se utilizan para tratar el alcoholismo «que se han demostrado eficaces y que utilizan una enzima que desdobla el alcohol en el hígado». Las vacunas genéticas, inauguradas con los animales en 1992, se presentan como las más prometedoras para las nuevas infecciones.

Ferri califica de «insensatez peligrosa» la corriente antivacuna que se extiende «sin ninguna razón de peso». «No se valora suficientemente el logro de las vacunas. Se nos olvidan las imágenes de inválidos que hubo en este país por los efectos de la polio, las muertes por difteria sarampión que mataban a miles de niños. Se piensa que todos esos riesgos han desaparecido, pero estas corrientes lo único que hacen es correr riesgos innecesarios porque los patógenos siguen ahí».

Ferri alerta sobre «las mentiras» que circulan sobre las vacunas. «Siempre, desde que comenzó la carrera de las vacunas, hay gente que por sistema, por una razón o por otra, está en contra de la aplicación de la ciencia al ser humano. Falta conciencia ciudadana y nadie se ocupa de comprobar que todos esos mensajes son mentiras».

Ferri abordará la inviabilidad de los métodos tradicionales para desarrollar vacunas contra algunas infecciones, «bien porque no funcionan o bien porque plantean riesgos desproporcionados». A lo que hay que sumar el resurgir de algunas infecciones debido a las resistencias a los antibióticos