Diario de León

El voluntariado leonés que puede cambiar el mundo

350 leoneses están en una bolsa de voluntarios a disposición de las oenegés de León. La Feria de Cooperación y Solidaridad que se celebra en León mañana abrirá la campaña Pobreza Cero y llamará a la implicación de la ciudadanía con distintas acciones. Tres leonesas cuentan en este reportaje sus experiencias como voluntarias en Zambia, Bolivia y Colombia..

Sara Redondo, en Bolivia con Entreculturas

Sara Redondo, en Bolivia con Entreculturas

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carmen Tapia | león

La escuela rural de Primaria St Pauls en Zambia está a 15 kilómetros de la carretera asfaltada más cercana. Allí ha pasado casi dos meses y medio Inés Vázquez Lucas, una voluntaria leonesa de Solidaridad, Educación y Desarrollo (SED), la oenegé de los Maristas con la que ha compartido proyectos educativos en una zona afectada por elevadas tasas de VIH. Inés es una de las 350 personas voluntarias de León involucrada en proyectos internacionales. La experiencia de Inés y la de otras leoneses como Sara Redondo y Ana Acevedo, que este verano apostaron por el voluntariado internacional, cuentan para concienciar a la ciudadanía para que se impliquen en acciones que luchen contra la pobreza, la alfabetización y la paz.

Hoy 25 de septiembre se cumple el tercer aniversario de la firma de la Declaración de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Para visibilizar el trabajo desarrollado por las onegés de León tanto en proyectos locales como en países del tercer mundo, las entidades, en colaboración con el Ayuntamiento de León, organizan este jueves una feria de cooperación y solidaridad.

Inés Vázquez tiene 23 años. Estudia segundo curso de Ciencias Ambientales. Este ha sido su segundo año de voluntaria tras pasar dos meses en Colombia. «En las clases de St Pauls había entre 40 y 60 niños y niñas. El mayor logro de este proyecto de SED es conseguir que durante tres años no haya embarazos en adolescentes. Las niñas allí no tienen referentes de mujeres que trabajan y son independientes y a los 16 años se casas y tienen niños. Lo primero que te preguntan las niñas es si estás casada y tienes hijos y cuando les dices que no te dicen algo así como que se te pasa el arroz».

La profesora del Colegio Jesuitas de León, Sara Redondo, de 25 años, compartió experiencias en un instituto de Bolivia con Entreculturas. La experiencia ‘Encontrar Alegría Bolivia’ participa en intervenciones educativas. «En esta zona hay tres institutos con mucha rivalidad y problemas de drogadicción y competitividad. El proyecto en el que participé se llama ‘Diseño para el cambio’ en el que ellos elaboraban sus propios proyectos para el cambio. Conseguimos hacer un encuentro entre los centros rivales con jóvenes de 18 años. Resultó muy positivo. Aprendieron que se pueden trabajar en colaboración para conseguir objetivos. Por las tardes hacíamos apoyo escolar que ellos llaman ‘la ayudita’ para reforzar contenidos. Suelen tener una pésima autoestima y mal comportamiento».

Ana Acevedo llegó a Colombia en el mes de julio con la oenegé Jóvenes y Desarrollo de Don Bosco. Allí la esperaban 1.500 chicos y chicas entre los 5 y los 18 años. «Participé en proyectos de educación de calle, para cubrir necesidades básicas». Entre los programas más importantes de Jóvenes y Desarrollo está el proyecto de desvinculación de grupos armados, una estrategia educativa para chicos y chicas entre los 16 y los 18 años con graves dificultades psicológicas tras ser raptados para ser niños soldados. «Desde que volví no paro de dar gracias por vivir en un país en paz. Aquí trabajamos en los derechos de la infancia pero allí no tienen ningún derecho, los justos. Los chicos allí están en primera linea de conflicto y las niñas son secuestradas para ser esclavas sexuales de los jefes de la guerrilla. Nosotros hacemos labores de apoyo incondicional porque son situaciones muy duras. Las niñas, cuando acaba el proyecto, reciben dinero del Estado para que pueden emprender su propio negocio porque durante el proyecto aprenden un oficio. Es muy difícil que tras la experiencia puedan integrarse en la sociedad».

Las oenegés organizan actos esta semana en León. «Las líneas de trabajo, de investigación y de denuncia de estas organizaciones humanitarias, así como la labor de sus profesionales y personas voluntarias, se centran en sectores de cooperación que abarcan desde el desarrollo económico y la gobernabilidad democrática, hasta la acción humanitaria, agua, saneamiento, medio ambiente, cultura y desarrollo», explica la coordinadora de León.

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