Nobel de la Paz para las víctimas de violencia sexual
Premio compartido por la iraquí Nadia Murad y el congoleño Denis Mukwege.
efe | madrid
La iraquí yazidí Nadia Murad agradeció el premio Nobel de la Paz en un mensaje en el que manifestó su deseo de compartir el premio con todas las minorías perseguidas y las víctimas de violencia sexual en todo el mundo. «Estoy increíblemente honrada y abrumada por su respaldo y comparto este premio con los yazidíes, iraquíes, kurdos y otras minorías perseguidas y las incontables víctimas de violencia sexual en todo el mundo», dijo Murad en un mensaje en su página web.
El Comité Nobel Noruego otorgó ayer el premio Nobel de la Paz a Murad y al ginecólogo y cirujano congoleño Denis Mukwege, quien lleva años trabajando en la recuperación física y psicológica de las mujeres violadas durante los conflictos armados.
En el caso de Murad, el comité valoró su condición de víctima y su activismo para denunciar los abusos sufridos por los yazidíes a manos del grupo yihadista Estado Islámico (EI), que en 2014 comenzó la masacre de miles de miembros de esta minoría religiosa kurdo-iraquí y esclavizó para su explotación sexual a 3.000 niñas y mujeres. «Como superviviente estoy agradecida por esta oportunidad de llamar la atención mundial sobre la situación del pueblo yazidi, que ha sufrido inimaginables crímenes desde que comenzó el genocidio del Estado Islámico, en 2014», señaló Murad, que durante tres meses fue víctima de la esclavitud sexual hasta que logró huir.
Destacó que muchos yazidíes podrán mirar el galardón que ha recibido y recordar a los familiares que han perdido y a las 1.300 mujeres y niños que aún continúan en cautividad. «En mi caso, pienso en mi madre, que fue asesinada por el EI, en los niños con los que crecí y que debemos honrar. La persecución a las minorías debe acabar», dijo. Reclamó compromiso para que fracasen las campañas genocidas y reconstruir las comunidades devastadas por el genocidio, así como ayudar a las víctimas por encima de divisiones culturales y políticas.
«Debemos no solo imaginar un futuro mejor para mujeres, niños y minorías perseguidas, debemos trabajar de forma consistente para hacer que suceda, dar prioridad a la humanidad, no a la guerra», afirmó la joven de 25 años, que aprovechó también para felicitar al doctor Mukwege, un hombre al que, dijo, admira «enormemente»,