María Lafuente lleva de hotel sus bolsas con vida

pacho rodríguez | madrid

Un hotel que no parece un hotel. Unos empleados nada encorbatados y muy atentos. Una calle de Madrid que de Comandante Zorita la cosa ha quedado en aviador... Y una presentación por todo lo alto del hotel NYX. Gente imperdible como el actor Armando del Río, todo un hombre del tiempo como Martín Barreiro, el interesantísimo director de cine, y ourensano, Rubén Riós, Beatriz Jarrín...

Y, por fin, María Lafuente en todo este tinglado dándole de nuevo la vuelta al calcetín y descubriendo la necesidad de ser solidaria, comprometida, en definitiva, concienciada en que la vida es bella, y más en estos saraos, pero la felicidad de muchas personas es un recurso escaso, a veces, ausente. Entre todo lo que ocurrió este jueves, día de la presentación del establecimiento (que merece capítulo aparte), María Lafuente ofreció una de las suyas: sostenibilidad con Lal La Buya, con una bolsa sostenible de tejido certificado PEFC y neumático reciclado con forma de animales en vía de extinción. Esta bolsa, que si pasa luego a ser algo así como merchandising del hotel, además de regalo ayer para los asistentes, será asimismo objeto útil y una forma de tener presente a las mujeres melillenses de Lal La Buya, colectivo de personas en riesgo de exclusión y con las que Lafuente cuenta en casi todos sus proyectos.

Ellas no estaban allí, pero la diseñadora asturleonesa las recordaba «porque trabajar con ellas supone un reto. Hay que jugar con muchas variantes de su forma de vida, en situaciones difíciles. Luego llevar a cabo esos proyectos suponen una satisfacción y también una lección de muchas verdades de la vida». Lo narra así Lafuente entre saludo y saludo, y parece mentira que en medio de un ambiente festivo no olvide lo que es la trastienda de casi todos los proyectos y colectivos como este y que incorpora, por ejemplo, a sus desfiles.

De esta manera, María Lafuente, aunque sin salirse de un sector al que se le presupone más la superficialidad y el exceso de hedonismo, prosigue su travesía en la que el guión es la sostenibilidad, tanto del planeta como de la propia sociedad y las personas que la conforman, y que le han convertido en referente internacional en moda sostenible.

Y una vez más, aunque ayer no había desfile, la diseñadora aceptaba el humor periodístico de que hay que acudir allá donde esté, porque en cualquiera de los casos garantiza que se va a conocer mundo... O ver desfilar a sus modelos alrededor de la mismísima Cibeles, descubrir que La Nave era una fábrica de Boetticher al sur de Madrid... En este caso, un hotel, el NYX, que en medio del lujo de un cuatro estrellas opta por un mensaje urbano, que informalice de alguna manera esta seria zona de la capital, hasta con algunas dosis de crapuleo, o dicho en cursi: afterwork . Frente a todo esto, y también con las mismas ganas de disfrutar, lo que es seguro es que María Lafuente aportará un mensaje (toque de atención) para fomentar como única vía el desarrollo sostenible.