¿La muerte iguala?

La marquesa de Villaverde, hija de María del Carmen Polo y Martínez-Valdés, hija de Francisco Franco Bahamonde (hay dudas y leyendas), Carmencita antes de Carmen Franco Polo, casada con Cristóbal Martínez Bordiú, marqués por lo mismo y galán de estoque en el quirófano y en las fiestas... la señora marquesa, digo, compró en 1987 por 150.000 euros (otras fuentes hablan de sólo 30.000) una tumba en el pasillo de la girola de la cripta de la catedral de la Almudena, ese templo blancurrio que sólo huele a reciente, a falso clasicismo gagá y a un goticismo decepcionante (las pinturas de Kiko Argüello ayudan lo suyo a esta pobre impresión)... y allí trasladó en 1998 los restos de su marido el marqués y la sepultaron a ella hace poco... pero aún resta sitio, ahí caben seis algo estrechos y cuatro mejor.

Toda esa cripta (la visita cuesta un euro «voluntario» y pasan cientos al día) está llena de losas, capillas y tumbas de rango que se vendieron a patrocinadores del templo, donantes, familias distinguidas, gentes de pro. Ahí reposan ya 1.500 y está comprado todo el aforo. ¡Cuánto lujo y prez haciendo mentira cochina aquello de «la muerte iguala a todos»!... ¿iguala?... ¿aunque unos luzcan encima mármol labrado durmiendo en cripta catedralicia mientras otros sólo besan tierra de cuneta que un día trillará cualquier retroexcavadora de obras públicas?...

Peláez glosa: Es curioso que a estas alturas de la historia la Iglesia siga distinguiendo a los fieles difuntos por su bolsa... ¿o acaso sepultó ahí de beneficencia a un solo pobre de la muchedumbre que bendice Jesús y que van al Cielo sin visado y sin 200 misas encargadas a 30 euros la unidad?...

En esa tumba de la marquesa quiere meter la familia Franco los restos del «Caudillo»; tiene derecho y nadie puede impedirlo, pero ¿con qué ley exige además honores y parada militar en ese sepelio repe, tararís de gloria eterna, salvas de artillería y gritos clavados en el cielo: ¡Francofrancofranco, viva Franco, arriba España!?..., gritos que hoy actualizan los cachorros ultras de cabeza monda y pijo tatuado voceando mamaos ¡Franco, joputa, vuelve!