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JOSÉ IGNACIO DE LUIS PÁEZ Presidente de Cruz Roja de León PRESUPUESTO PERSONAS ATENDIDAS PERSONAS VOLUNTARIAS PERSONAL LABORAL PERSONAs socias

«El Estado debe reconocer la labor de las organizaciones durante la crisis»

Lugar: Club de Prensa del Diario de León.. Gran Vía de San Marcos, 8 esquina con calle Fajeros.. Fecha: Hoy a las 20.00 horas.. EL Club de Prensa del Diario de León repasa hoy la labor social de 146 años de historia de Cruz Roja en León. Su presidente, José Ignacio de Luis, cree que, pese a ser una institución centenaria, es una gran desconocida..

José Ignacio de Luis Páez, presidente de Cruz Roja de León, durante la entrevista. RAMIRO

José Ignacio de Luis Páez, presidente de Cruz Roja de León, durante la entrevista. RAMIRO

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carmen Tapia | león

El comandante en la reserva José Ignacio de Luis Páez se incorporó a Cruz Roja como voluntario en socorros y emergencias el 1 de enero de 1980. Actualmente es el presidente de Cruz Roja de León y vicepresidente de la institución en Castilla y León. Asegura que los años más difíciles de toda su trayectoria en la institución han sido los de la crisis económica.

—¿Qué es lo que menos se conoce de Cruz Roja?

—Somos unos grandes desconocidos. Después de 146 en León años se nos sigue asociando, y lo seguimos haciendo, con los socorros y las emergencias, y con las catástrofes, que sólo se lleva el 3% de nuestro presupuesto. Nuestras prioridades ahora son las personas, las afectadas por las crisis, los menores, los parados mayores de 45 años, las mujeres víctimas de violencia de género. Se nos conoce por la teleasistencia, pero hacemos también acompañamientos. En el mundo rural somos pioneros con el programa Cuídate más destinado a personas mayores a la que llamamos, damos pautas de medicación del día, aparatos para la tensión, le hacemos que se pesen, les damos la pautas de comida. Estamos en una provincia muy envejecida y llegamos a las casas y a los pueblos, acompañamos al médico. Algunas veces los voluntarios entran a las consultas si la persona a la que acompañan no se entera bien de lo que le pauta el médico. En eso somos desconocidos.

—Pero todavía tienen ambulancias.

—Si, tenemos nueve en toda la provincia preparadas para grandes catástrofes con gente preparada con preventivos. Tenemos personal sanitario y apoyo psicológico. Acabamos de empezar con los Equipos de Respuesta Básica de Emergencia (ERBES)que actúan desde cualquier asamblea comarcal. Por ejemplo, cuando hay una gran nevada puedan atender en un primer momento a la ciudadanía. Hemos empezado este año. En León lo estamos implementando, ya tenemos a la gente preparada.

—¿Todo esa labor la hacen los voluntarios?

—Todos voluntarios. Tenemos 3.021 en toda la provincia. El personal laboral suma unas 100 personas en toda la provincia. La parte más gorda se la lleva la capital, que son 75, y otra gran parte el centro de estancias diurnas de Villafranca del Bierzo, y luego en las asambleas que gestionan ayudas y otras cosas. También tenemos otros profesionales de la salud.

—¿Qué tiene que hacer una persona para recibir estos servicios?

—Ponerse en contacto con nosotros a través del 987 252535 o venir a las oficinas o a las asambleas comarcales. Lo que más nos piden es el acompañamiento, que les pedimos que lo hagan una semana antes para buscar al voluntario, y les damos una solución.

—¿Hay que pagar por el servicio?

—No, es gratis. Por eso es importante la colaboración de los socios,que en León son 17.456.

—¿Con qué presupuesto cuenta Cruz Roja de León y qué parte procede de la cuota de los socios?

—El presupuesto del 2017 fue de 4.843.733 euros. Una tercera parte procede de la cuota de los socios. El mínimo de cuota de los socios es de 30 euros al año, pero hay algunos de hasta 300 o 500, los pocos. El resto es dinero que llega para un determinado fin que marca el financiador. El 80% procede del IRPF que pasa la Junta de Castilla y León y el 20% del Estado.

—¿En qué cuantía colaboran las administraciones provinciales?

—Con la Diputación de León tenemos un programa de voluntariado en el medio rural, que cofinancian con 18.000 euros. El Ayuntamiento de León no tiene una participación económica pero sí fluidez de colaboración con formación y ayuda mutua. En cuanto les llamamos siempre nos reciben y nos tienen en cuenta.

—Las oenegés y las instituciones como Cruz Roja son cada vez más fuertes, abordan más proyectos, son macroestructuras que llega cada vez a más personas. ¿El Estado hace dejación de sus funciones y deja en manos de las organizaciones competencias que tendría que asumir?

—No creo que haga dejación de funciones. Se apoya en nosotros como aliados porque si no tendría que existir una megaestructura. Sólo con el programa al que llegan los presupuestos del IRPF tenemos contratadas a 500 personas en Castilla y León. Multiplica por todas las onegés. Les salimos más baratos.

—¿Qué preparación les exigen a los voluntarios?

—La formación institucional y certificado antecedentes de delitos sexuales, lo que marca la ley del voluntariado. Hacen una formación básica de 40 horas para sus destinos preferentes. Tenemos cursos de reciclaje y formación, pero también voluntarios profesionales jubilados.

—¿En qué proyectos es pionera Cruz Roja?

—Cruz Roja empezó en España para atender a los heridos de las guerras de Cuba y de África. Entonces no había sanidad pública. Empezamos con los hospitales en todas las provincias. Cuando empezó a funcionar la Seguridad Social fuimos dejando los hospitales y montamos servicio de ambulancias. El Estado cedía a soldados que hacían el servicio militar como voluntarios en Cruz Roja. Cuando esa competencia se pasó a las comunidades autónomas y se creó el 112 dejamos el puesto. Empezamos con los mayores y la teleasistencia. Fuimos pioneros. Ahora ese servicio sale a concurso como cualquier y concurrimos en igualdad de condiciones. Seguimos teniendo la nuestra, que es privada. Ahora estamos con la Junta de Castilla y León con los programas de familias de acogida. La Junta no quiere niños en centros tutelados y nosotros entendemos que donde mejor están es en casas. Fuimos los primeros y estaremos ahí hasta que la Junta decida cambiar el modelo. Ahora apostamos por los mayores en el mundo rural, con el empleo en mujeres, mayores de 45 y menores de 30 años. Son nuestros programas estrella.

—¿Cuánto tiempo lleva Cruz Roja en León?

—El Boletín Oficial de la Asociación para Socorro a Heridos en Campaña y Luchas Civiles del año 1872, que era como el BOE de Cruz Roja, nombra a Emilio Echeparre, que es socio de Huelva establecido en León, delegado para formar la Cruz Roja en León. Llevamos 146 años.

—Es una de las instituciones más antiguas de León.

—Si descontamos a la Guardia Civil, como institución privada somos la que más años llevamos.

—¿Y este saludable ancianito de 146 años tiene nuevos proyectos?

—Estamos continuamente en cambio. Si cuando entré en Cruz Roja me llegan a decir que íbamos a dedicarnos a labores sociales con programas de mayores o infancia hubiera sido impensable. Estábamos muy estructurados y volcados en los hospitales y socorros. Ahora, en Castilla y León estamos volcados con los mayores y la soledad. Ese no es sólo un problema actual, sino futuro. No hay casi gente en los pueblos y no hay servicios. Nuestra misión es que la gente siga en sus casas todo el tiempo que sea posible. Tenemos proyectos de cuidadores. ¿Quien cuida al cuidador?. Tenemos programas de respiro. Llevamos cuatro años atendiendo a los transeúntes que viven en la calle a los que llevamos alimentos y mantas, los llevamos al cine, de excursión, les ofrecemos ocio.

—¿Cuántos años lleva usted en Cruz Roja?

—Desde el 1 de enero de 1980. Entré como voluntarios en socorros y emergencias. Mi profesión es militar, soy comandante en la reserva. Me queda un año para retirarme.

—¿Cómo llega un voluntario a presidir Cruz Roja de León y ser vicepresidente de Castilla y León?

—Por los años. Alguien vio cualidades en mí para dirigir programas y pasé en tres años de ser voluntario a dirigir la brigada de tropas provincial. Me marché destinado a Vitoria y cuando volví a León hacía falta una persona que dirigiera la Cruz Roja de mar, porque teníamos barcas y equipos en los pantanos. Ahora no tenemos nada en aguas interiors, pero la sociedad nos lo demanda y tendremos que estudiarlo porque hace poco hemos tenido unas pruebas deportivas y hemos traido equipos de compañeros de Asturias. Teníamos una tropa de buceo que fue pionera en León y en España en el año 1981. Estábamos continuamente trabajando. Cada vez me proponían hacerme cargo de nuevos proyectos y así hasta ahora.

—¿A cuantas personas atiende Cruz Roja?

—A 20.499 personas, 12.000 jóvenes. Trabajamos en la prevención de conductas violentas, drogas y salud en institutos. Los voluntarios jóvenes participan en estos proyectos.

—Ahora también tienen programas para asentamiento de inmigrantes

—Somos colaboradores del Ministerio de Interior, junto con Accem y Cear. Tenemos seis pisos de 36 plazas, que están llenas ahora. Hay personas de Venezuela, Ucrania, Georgia, Pakistán, Afganistán, Rusia, Colombia... no hay ningún sirio. En toda Castilla y León hay 47 nacionalidades diferentes. Llevamos trabajando con el Gobierno desde hace 30 años. Aquí en León también. Lo que no hacíamos era alojar, pero sí restablecimiento de lazos familiares y soporte asistencial. Hace dos años empezamos a tener los pisos y programas de alojamiento.

—¿Cuál han sido el momento más crítico para Cruz Roja?

—Para mí ha sido la crisis económica. De repente, la pirámide se invirtió y de atender sobre todo a personas inmigrantes empezamos a atender a ‘los pobres de corbata’, personas que trabajan pero que los sueldos bajaron tanto con la crisis que necesitan ayuda para llegar a fin de mes. Hay que quitarse el sombrero por los abuelos, que con sus pensiones han mantenido a muchas familias en este país durante la crisis. Si me llegan a decir que Cruz Roja iba a atender a personas como lo hacía antes exclusivamente Cáritas, no lo hubiera creído. Hemos tenido que coger el toro por los cuernos. El Estado tiene que agradecer a las instituciones y oenegés que hemos estado apoyando a las personas que lo han estado pasando mal durante la crisis.

—¿Y de qué manera puede agradecer el Estado esta labor?

—No hablo sólo de Cruz Roja. Hay muchas instituciones y oenegés que han estado ahí, que han arrimado el hombro y han aportado con sus medios y sus socios toda la ayuda. Estas cosas no se ven. Solo lo valoran los que reciben la ayuda. Hay un gran desconocimiento de la gran cantidad de miles de euros procedentes las instituciones, oenegés y organizaciones, cada una en su campo, que han asumido y asumen muchas cosas. El Estado tiene que agradecer y reconocer esa labor que se ha hecho durante la crisis. Cruz Roja tiene el reconocimiento de Castilla y León que en el Día de la Comunidad nos dio, junto a Cáritas y el Banco de Alimentos, el Premio a los Valores Humanos, el Ayuntamiento nos ha dado la Medalla de León. No tenemos el reconocimiento de la Diputación, que me gustaría, porque hemos ayudado a miles y miles de personas en 146 años. En mis años de presidente hemos tenido 100.000 actuaciones.

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