Nazaria, Romero y Pablo VI, santos
Francisco preside la canonización de siete nuevos mártiress, entre ellos, la religiosa española March Mesa El papa defiende en su homilía la necesidad de la privación de la riqueza y lo material ante la presencia de 70.000 personas.
cristina cabrejas| roma
A partir de hoy la Iglesia católica contará con siete nuevos santos, entre ellos Pablo VI, Papa entre 1963 y 1978 y continuador del Concilio Vaticano II, y Oscar Arnulfo Romero, arzobispo de San Salvador asesinado en 1980 por un francotirador mientras celebraba misa. Todo un símbolo en América Latina por su valiente denuncia de los atropellos sufridos por los más débiles, Romero se convierte en santo tras superar un atribulado proceso debido a la resistencia mostrada durante años por parte de la jerarquía eclesiástica. También alcanzará la gloria máxima de los altares la española de nacimiento pero boliviana de adopción Nazaria Ignacia March Mesa. Esta religiosa nacida en 1889 fue una pionera en la defensa de los derechos de los trabajadores y de la mujer en América Latina, llegando incluso a crear el primer sindicato de obreros del país andino.
Ante cerca 70.000 personas, con el telón de fondo de la basílica de San Pedro en la que se habían colgado los tapices de los siete santos proclamados ayer, Francisco celebró la canonización.
En su homilía, dedicada a la necesidad de la privación de la riqueza y lo material para seguir a Jesús, el pontífice dedicó solo unas breves palabras a los nuevos santos.
El papa Francisco elogio de san Oscar Romero, asesinado en 1980 por un comando de la ultraderecha, que abandonó «la seguridad del mundo, incluso su propia incolumidad, para entregar su vida según el Evangelio, cercano a los pobres y a su gente, con el corazón magnetizado por Jesús y sus hermanos».
Mientras que de Pablo VI, cuyo pontificado se extendió entre 1963 y 1978, resaltó que fue «profeta de una Iglesia extrovertida que mira a los lejanos y cuida de los pobres».
También hizo referencia a los problemas dentro de la misma Iglesia que tuvo el papa Giovanni Battista Montini
«Pablo VI, aun en medio de dificultades e incomprensiones, testimonió de una manera apasionada la belleza y la alegría de seguir totalmente a Jesús», agrego.
En estos días se han hecho muchas comparaciones entre las dificultades que tuvo que pasar Romero durante su vida, y también en el proceso de canonización, por la oposición de algunos obispos y en la Curia, y las dificultades de Pablo VI para llevar a cabo las reformas surgidas del Concilio Vaticano II.
El papa Francisco proclamó también santos a la que es considerada la primera santa boliviana, aunque nacida en España, Nazaria Ignacia March; a los italianos Francesco Spinelli, Vincenzo Romano y Nunzio Sulpriziola y a la religiosa alemana María Katharina Kasper. Santa Nazaria, como se la conocerá ahora, fue canonizada junto al arzobispo de San Salvador, Oscar Arnulfo Romero, y Pablo VI que como recordó en su homilía el papa, pusieron su atención en los pobres.
El milagro para subir a los altares a madre Nazaria fue el de la curación de una hermana de su congregación, María Victoria, que en 2010 sufrió un derrame cerebral que la dejó sin habla pero la recuperó «milagrosamente» cuatro días después.