El impacto en la salud es mínimo
E n las últimas décadas han aparecido diversos estudios que investigan los efectos del cambio de hora estacional sobre la salud, en general, y sobre la salud psicológica en particular. El organismo humano se rige por unos ciclos circadianos que regulan la secreción de melatonina y diversas sustancias implicadas en el control del sueño y otras funciones vitales. El cambio de hora estacional puede estar alterando estos ritmos, pero al tratarse de cambios en una sola hora su impacto es mínimo. Se han descrito afectaciones leves sobre el sistema nervioso central, fundamentalmente, somnolencia, irritabilidad y problemas de atención. También aparece malestar general y fatiga en los primeros días tras el cambio de hora que de manera paulatina se recuperan cuando se mantienen unos buenos hábitos de sueño. También se han descrito síntomas depresivos que podrían estar más relacionados con el cambio estacional que con el horario. No obstante, parece ser que los niños y las personas mayores pudiesen sufrir de manera más acusada estos cambios ya que sus ciclos circadianos son diferentes de los del resto de la población. En todo caso, cabe destacar que la especie humana ha adquirido una gran capacidad de adaptación facilitando que las molestias ligeras de los primeros días desaparezcan con rapidez. Según mi criterio, con independencia de los leves efectos psicológicos, en el caso se suprima el cambio horario en España, la permanencia en el horario de verano sería más adecuada desde el punto de vista del bienestar ya que está más asociado a los hábitos, costumbres, ocio, horarios laborales y alimentarios de la población española.