La igualdad sigue sin calar
Ocho de cada diez españoles consideran que las mujeres tienen menos derechos que los hombres.
Una joven pinta sus labios de rojo durante una particular protesta en Nicaragua. JORGE TORRES
miren izquieta | zaragoza
Un quiero y no puedo. El feminismo en España suscribe cada vez más adeptos, pero muchos son sólo de palabra. Es una de las conclusiones que se extraen de la encuesta ‘El feminismo en España: ¿realidad o burbuja?’, que se presentó este jueves en Zaragoza durante las I Jornadas Internacionales Feministas, organizadas por la revista Contexto.
La autora del sondeo, la socióloga Belén Barreiro, desveló que el 81,6% de los encuestados está de acuerdo o muy de acuerdo con que en España existe desigualdad entre hombres y mujeres en cuanto a derechos sociales, políticos y económicos, un dato que se eleva hasta el 86,9% en el caso de las mujeres. A pesar de ello, un tercio cree que la gravedad aquí es mucho menor que en otros países del entorno. «La sociedad es plenamente consciente de la situación, pero queda mucho por hacer, como muestran algunos datos terribles y abrumadores sobre acoso y agresiones», alertó Barreiro.
Agresiones
Se refería al hecho de que un 26% de las españolas asegura haber sido en algún momento víctima de agresiones físicas o sexuales, aunque sólo el 8% denuncia. Y si se habla de acoso, un 63,5% admite haberlo vivido física o psicológicamente en al menos una ocasión.
Pero el panorama aciago no parece llamar al activismo, ya que sólo un 1,2% se declara militante en alguna organización del ramo y el 51,2% confiesa ser poco activo en este campo. Unos números que se corresponden con que sólo el 58,6% de ellas y un 45% de ellos se declara abiertamente feminista.
El término feminista denota una tendencia política de izquierdas para el 40%. Y, de hecho, la adscripción política de quienes se reconocen feministas es del 74,1% para Unidos Podemos, un 56,7% para el PSOE, un 38,1% para Ciudadanos, y un 37,6% para el PP.
Propuestas varias medidas, triunfa la de fijar por ley la igualdad salarial entre hombres y mujeres, seguida de la formación de género para los jueces y la equiparación de los permisos de maternidad y paternidad, todas ellas con más del 80% de votos. Y la propuesta menos elegida, con el 42%, es el uso del lenguaje inclusivo.