Cristo desahuciado

¿Por qué no denunciaron a su debido tiempo? se pregunta el obispo de Salamanca. Podría repetir esta frase cien veces y seguiría siendo un argumento falaz, porque llega con el sujeto equivocado. Erais vosotros los que teníais la obligación de velar porque la inocencia de esos niños no fuera violada dentro de las iglesias, de los seminarios, de los colegios. ¿Queréis hacer a los inocentes responsables de la violencia sexual, de la corrupción cometida por vuestros sacerdotes? ¿No será que todos sois cómplices de lo que ocurría, que todos lo supisteis y callasteis, que todos otorgasteis?

Hay más casos a punto de salir, tantos que seguís culpabilizando a las víctimas para ganar tiempo, porque no sois creyentes, porque pensáis que el tiempo eterno es alfalfa para el ganado, porque habéis perdido la fe y ya solo os queda conservar un puesto cada vez más insostenible. ¿Por qué no denunciaron a su debido tiempo? Menudo sofisma más simple.

Una creía que para llegar a obispo había que acreditar, si no santidad, si al menos sabiduría, pero se puede ser monseñor sin tener ninguna de las dos. ¿Por qué no denunciaron a su debido tiempo? ¿Cuál es el tiempo debido, monseñor? ¿Los siete, los ocho, los once años le parecen bien para denunciar a quien debería protegerte? Qué gran pregunta se hace el obispo de Salamanca.

Yo tengo otra ¿Por qué no abre un buzón para atender a todos esos niños cuya infancia se perdió por su incuria? Puede que a ellos ya no pueda salvarles, pero el alma inmortal de los sacerdotes podría aún ganarse para la causa de Cristo, aunque para eso hace falta creer en algo más que en el poder. ¿Por qué no denunciaron? Conozco a unos hermanos que lo hicieron y la recompensa fue la visita de su abusador la noche siguiente. Decía Bossuet que la Iglesia es Cristo extendido y comunicado. Ustedes ni son Iglesia ni hablan en nombre de Cristo. Le desahuciaron para proteger a un atajo de curas pederastas.