«La violación es el primer crimen de guerra»

ana gaitero | león

Desde Francisca de Aculodi, la primera periodista española, hasta la leonesa Olga Rodríguez, reportera en la segunda guerra del Golfo y en las primaveras árabes, un total de 34 mujeres que han cubierto conflictos bélicos desfilan por el libro Reporteras españolas, testigos de guerra. De las pioneras a las actuales de la periodista de Internacional, Geopolítica y de Defensa, Ana del Paso.

«Si levantase la cabeza Francisca de Aculodi, que en 1687 se convirtió en la primera periodista española, se quedaría perpleja al ver el número creciente de reporteras y enviadas especiales que informan de conflictos armados», señala la autora.

También se sorprendería, y mucho, Teresa de Escoriaza, otra guipuzcoana, que junto a Carmen de Burgos, Colombine, cubrió las guerras con Marruecos de principios del siglo XX. «Teresa de Escoriaza firmaba con el nombre de Félix de Haro, porque no comprendían que una mujer pudiera escribir crónicas de guerra y se tenían que disfrazar de hombres». Otra pionera que aparece en el libro es Sofía Casanova, que se convirtió en corresponsal de la primera guerra mundial tras contemplar el horror trabajando como enfermera en el frente.

Después de la Guerra Civil, cuenta Ana del Paso, el periodismo de guerra y todo aquello que no fuera hablar del hogar y las buenas esposas fue vetado a las mujeres. Así que el día que Carmen Sarmiento le pidió a su jefe en Televisión Española, allá por los años 70, que la enviara a cubrir la guerra de Vietnam la respuesta fue: «¡Cómo vamos a mandar a una mujer a la guerra!».

Carmen Sarmiento, Rosa María Calaf, Maruja Torres lograron abrirse paso en ese mundo de hombres y «fueron nuestras referentes, nos despertaron las ganas de hacer periodismo», confiesa. En los años 90, explica, «con el boom de las televisiones privadas y autonómicas se necesitó fichar más periodistas para cubrir las guerras y ahí entramos muchas mujeres».

Ana del Paso fue una de ellas. Ha cubierto las cinco guerras de los balcanes, la primera guerra del Golfo y la primera intidada para la Agencia Efe primero y para la revista Época en un segunda etapa.

Aquel boom dio lugar a que las mujeres ganarán terreno «a cuentagotas» en los conflictos bélicos y casi siempre bajo la mirada recelosa de sus compañeros. «Es como que les hubiéramos quitado un trozo del pastel. No nos reconocen nuestra valía, hay más premios para los hombres y quienes deciden quién tiene que ir a un conflicto son los jefes, así que hasta que no haya más mujeres directoras...», reflexiona.

«Una guerra es complicada para hombres o para mujeres. Pero lo que sí aportamos las mujeres es que podemos entrar en sitios vetados a los hombres o entrevistas a las mujeres de los talibanes», puntualiza. Asimismo, cita un informe de la ONU que recoge que «el 70% de las víctimas de las guerras son mujeres y las violaciones son el primer crimen de guerra que se comete». «El número de bajas de las mujeres es importante porque ahora no hay frentes de batalla, se hacen en las ciudades», aclara.

Bajas que se incrementan por la participación de la mujer en el ejército o en batallones de guerra, como es el caso de las mujeres kurdas que han plantado cara al islamismo cogiendo los fusiles. «Y tenemos también a las esclavas sexuales de Al Qaeda, que son igualmente víctimas», agrega.

Ana del Paso puntualiza respecto a la visión de género de los conflictos bélicos que «las mujeres damos más voz y visibilizamos más a estas víctimas, pero creo que contamos la guerra igual que los hombres».

En cualquier caso, la nota común de hoy, para hombres y para mujeres, es que «ya no existen los corresponsales de guerra, ahora se apuesta por un periodista de internacional que cubra todo tipo de noticias». Y a bajo precio, claro.

Ana del Paso, que se dedica también a la docencia en la Universidad Complutense de Madrid y la URJC, presenta hoy el libro Reporteras españolas, testigos de guerra a las 19.30 horas en el Palacio del Conde Luna, arropada por la concejala Aurora Baza. Detrás de sus páginas hay una larga de investigación de cuatro años y entrevistas con las periodistas contemporáneas.