Más de 150 personas esperan un riñón en la Comunidad

ana gaitero | león

«Cualquier persona que en vida no haya manifestado su oposición es potencialmente donante», señaló ayer la doctora Ana María Domínguez Berrot, coordinadora de Trasplantes en el Hospital de León, en el Club de Prensa de Diario de León dentro de las charlas de Divulgación de la Labor Social.

La ley es clara, pero «siempre consultamos a la familia», por lo que animó a las personas que quieran ser donantes «a decirlo a su familia» y dejar constancia por escrito con el carné de donante o, lo que es irrefutable, «el documento de instrucciones previas» que se hace en la Junta. Aún en este caso, la voluntad de la familia es determinante.

Gracias a la donación coordinada desde la Organización Nacional de Trasplantes (ONT)con los hospitales se han realizado en España un total de 109.605 trasplantes desde 1965, de los cuales 68.000 fueron renales, 26.000 hepáticos, 8.000 de corazón y 4.000 pulmonares. El año pasado hubo 2.183 donantes en España, 101 en Castilla y León y 26 en León. La tasa estatal de 46,9 por 100.000 en España es algo inferior en la Comunidad, que se sitúa en 41,7, debido al envejecimiento de la población, pues la negativa de las familias es de las más bajas. A nivel nacional es de 11,4% y en León el año pasado se situó en 3,85%. Sólo una familia se negó.

Desde sus comienzos hasta 2010 la donación creció sin parar. Tras un parón, la incorporación de la donación asistólica —a corazón parado en personas con daños cerebrales irreversibles— ha conseguido aumentar de nuevo las donaciones. En Castilla y León se realiza en Valladolid (Río Hortega), Burgos, Salamanca y León.

Sin embargo, «seguimos necesitando órganos porque aún hay personas que mueren en lista de espera», añadió. En Castilla y León hay 150 personas que esperan un riñón. Asimismo, hay 1.900 que esperan un hígado y aunque el año pasado se hicieron 1.200 trasplantes un total de 60 personas murieron esperando.

El trasplante cardiaco «es el más conflictivo» con una mortalidad del 7% en lista de espera y del 20% en el primer mes. Pero al año alcanza el 70% y a los cinco años el 65%. Actualmente, 452 personas esperan un corazón. El año pasado murieron dos niños entre las 11 personas que esperaban el trasplante.

La doctora Berrot explicó la evolución del «sistema ejemplar» de donación de órganos en España, que se ha exportado a Europa así como los matices para ser donante. Hoy por hoy están excluidas las personas que hayan sufrido un tumor, tuberculosis con tratamientos incompletos, portadores de VIH (se está discutiendo debido a los avances eliminar esta exclusión), meningitis y encefalopatía espongiforme bovina o mal de las vacas locas.

«La edad ya no es una contraindicación», abundó Berrot, tras explicar que hay órganos, sobre todo riñones e hígado, de personas muy mayores que tienen viabilidad, como ha sido el caso de una donante leonesa de hígado de 90 años este año.

«Los trasplantes reducen la mortalidad, aumentan la supervivencia y la calidad de vida», puntualizó. «Un trasplantado renal puede llegar a la supervivencia de la gente sin trasplantar y es superior a las que se tratan con diálisis peritonenal o hemodiálisis», precisó. El trasplante «es caro el primer año, pero a partir del primer año el trasplante de riñón ahorra dinero al sistema», subrayó la coordinadora de trasplantes del Hospital de León.