El Gran Carnaval

No lo hará. Sánchez no decretará el 155 hasta que su Iznogud particular haya decidido el escenario para convocar las elecciones. Todo es tacticismo barato para Mr Handsome , un líder que recuerda demasiado al personaje interpretado por Robert Redford en El candidato pero sin los principios con los que éste iniciaba su carrera política. ¿Y ahora qué?, se pregunta Bill McKay al final de la película. ¿Y ahora qué?, deberían abordarle todos los que le apoyaron y que ahora barruntan su orden de desahucio. ¿Cuántos de ellos mantendrán el sillón si continúa este oportunismo demagógico?

El presidente es el gran problema del PSOE pero, y sobre todo, es el brete que debe superar España para seguir siéndolo. Los hay que creen que Europa detendrá la caída, pero Europa está cansada y no es más que un pequeño tablero prescindible en una partida que se juega sin nuestro consentimiento. Europa no existe, como no existe Cataluña.

Existe Gran Bretaña, que ya nos ha dado la espalda. Existe Alemania, que aguanta por la pecado original del nazismo. Y existe Francia, que no tardará en explotar.

Y en esas, llega un presidente que prefiere ser un anuncio de revista a encarar la historia, el gran dilema: la guerra o el deshonor.

De momento, ya nos ha cubierto de oprobio, y Torra amenaza con la guerra. De momento, ya ha conseguido resucitar las certeras frase de Chaves Nogales. De momento, puede que el partido de la centralidad de izquierdas pierda su posibilidad de gobernar en las esquinas humilladas y ofendidas por el supremacismo de los nacionalistas. De momento, Marx está más de moda que nunca y la historia vuelve a hacerse presente.

El único dilema que de momento no podemos responder es si regresará como tragedia o tendremos que verla disfrazada de farsa. De momento, Pedro Sánchez, ahora que Kirk Douglas ve como se han esfumado 102 años, ha metido a España en la cueva de El Gran Carnaval. De momento, el espectáculo continúa.