LEONESAS DE AYER Y HOY MIMA FLEURENT
Anfitriona de Pedro Almodóvar en París
ana gaitero | león
Pedro Almóvodar es un director de cine de culto en Francia. Pero hubo un tiempo en que «nadie quería proyectar sus películas» en el país galo, afirma Mima Fleurent, la leonesa que abrió las puertas de las taquillas al reconocido cineasta manchego con su distribuidora Colifilms Diffusion.
«Eran películas transgresoras para la mentalidad francesa y yo las distribuí en las salas de arte y ensayo», explica esta paramesa de apellido francés y raíces bercianas, de Albares de la Ribera, de donde procede su madre y donde está decidida a pasar ma mayor parte de sus días tras jubilarse a los 69 años.
Pepi, Luci y Bom y otras chicas del montón, Laberinto de pasiones, Entre tinieblas, La ley del deseo, Átame... se vieron en Francia como películas experimentales. A Mima Fleurent le hacía especial ilusión estrenar también Mujeres al borde de un ataque de nervios. Había visto la película en Madrid, como solía hacer antes de contratar los derechos y de televisión.
«Recuerdo que era el Festival de Cannes y me cité con Pedro y Agustín en un hotelito modesto, (nada que ver con los que frecuenta ahora), Entonces me dijeron que tenían una oferta de la Fox para distribuir esa película. Naturalmente, les dije que la cogieran, Yo no podía aspirar a tanto», relata. «Fue una aventura feliz y preciosa», subraya. Gracias a esta relación ella conoció también a Victoria Abril, que le facilitó estrenar en París y vender al Canal Plus la película qude Vicente Aranda, Los amantes, de la que era protagonista. «Es una acriz fabulosa y nueva en cada película», añade.
La edad de oro del cine español llegó a Francia de la mano de esta inquieta mujer que pisó por primera un cine en Santa María del Páramo, siendo una niña, y se colaba en el Festival de Cine Religioso y Valores Humanos —hoy Seminci— en los años 60 con los zapatos de tacón de su madre y bien maquillada.
Y fue un director novel, Alejandro Amenábar, con su película Tesis la que lanzó su distribuidora. «Digamos que fue la película con la que me ‘monté en el dólar’», confiesa. También estrenó en Francia Abre los ojos, del mismo director, y las primeras películas de Fernando León de Aranoa, Familia y Los lunes al sol.Especializada en cine español y latinoamericano, el récord de pases de todas las películas que ha llevado a Francia lo ostenta Guantanamera, del cubano Javier Gutiérrez Alea. Más de 360.000 personas vieron este film que ella decidió pasar en las salas en pleno mes de agosto.
La vida de Mima Fleurent es de cine. Bajo el apellido francés que adquirió al casarse está María Enma Martín Sarmiento, la mediana de un matrimonio, él de La Bañeza y veterinario, y ella de Albares de la Ribera. Enma, María fue por imposición del nacional catoliscimo del régimen franquista, nació en Santa María del Páramo, en 1949, cuando las aguas del Luna aún no estaban apresadas en el pantano y aquella comarca era un cascajal tan duro de labrar como de cosechar.
Siempre que vuelve a León visita Santa María, que ahora le parece una «pequeña ciudad» por lo mucho que ha cambiado. «Nos llevaba al cine una chica que nos cuidaba», apunta. Siendo aún niña la familia se traslada a La Bañeza, a donde fue destinado su padre, que pasó después a otros puestos en León y Valladolid.
En la ciudad del Pisuerga termina el bachillerato. «Mi padre iba a un congreso de veterinarios a París y me dijo que le acompañaría por terminar los estudios», recuerda. Fue así como comenzó una relación con el país galo que dura ya toda la vida. «A mi padre le invitaron a visitar una granja muy grande en Rennes, Bretaña, y allí conocimos a una familia que tenían una hija de mi misma edad y quería hablar español», añade. Cada verano, pasaban temporadas en Francia y en Valladolid, donde obtuvo una diplomatura en Filosofía y Letras. Uno de aquellos veranos conoció a un chico que a los pocos meses se convertía en su marido y en 1973 se quedó definitivamente en Francia. Su marido hacía dibujos animados para películas y durante el rodaje de una de ellas en Túnez, mientras hacía viajes con el Land Rover para llevar el agua al equipo fílmico le surgió el primer contacto con el mundo de la distribución, con Films Moliere como responsable de programación en París. Cuando el matrimonio se traslada a Rennes se pone al frente de unas salas de cine y a su regreso a París, divorciada y con una niña pequeña de la mano, fundó su propia distribuidora, Colifilms Diffusion.
Mima Fleurent recibió el I Premio Internacional de los Multicines Alameda y ha sido jurado en muchos festivales. Fleurent o Martín Sarmiento, ha tenido una vida de «juego y aventura» con la empresa del cine. «A veces sabía que una película no iba a funcionar, pero si me había gustado era importante y la estrenaba», apostilla.