SENTENCIA
Condenado por un delito de odio por insultar e intentar agredir a un homosexual
El acusado llamó a la víctima 'maricón de mierda', entre otros insultos, en una calle de Barcelona
"No es un gay, es un maricón de mierda". "Tu eres un maricón, un sidazo, te voy a matar".Un juzgado de Barcelona ha condenado a seis meses de prisión por un delito de odio y discriminación a un hombre que vejó, insultó e intentó agredir a un joven homosexual en la calle Freser de la capital catalana . La vícitma intentó salir en defensa de su madre que había sido antes increpada. La pena impuesta es muy inferior a los tres años de cárcel que reclamó en el juicio la fiscalía por un delito de lesiones con agravante de discriminación por orientación sexual.
Los hechos ocurrieron a las 22 horas del 16 de septiembre del 2016. El acusado se encontraba en una terraza de un bar cuando una mujer estacionó su vehículo dejando encendido las luces mientras procedía a descargar unas bolsas para llevarlas a su domicilio. De forma inesperada, el imputado y otro individuo no identificado comenzaron a menospreciar a la mujer diciéndole "vieja puta de mierda" y "apaga los focos que nos molesta". En ese preciso instante, apareció el hijo de la señora y pidió a los dos individuos que proferían insultos que cesaran en su actitut. Fue entonces cuando la persona que no ha podido ser identificada soltó: "uy si e gay", añadiendo: "no es un gay, es un maricón de mierda".
Animadversión
Tanto el acusado como el desconocido se alzaron de sus sillas y con el "propósito de menoscabar la integridad física" del joven y "movidos por su animadversión a la orientación sexual de la víctima" se dirigieron hacia él. El imputado trató dar un golpe en la cara al muchacho, pero no lo logro, porque este pudo esquivar el golpe, mientras continuaba insultando. El afectado intentó llamar a la policía y en ese momento el acusado se aproximó a su cara mientras le gritaba "maricón". Después el otro individuo no identificado lo arrinconó con su moto en la pared, a la vez que le decía: "A mi un maricón no me vacila".