Querindongos

Maravillan las encuestas a los jerifaltes de Vox que inflan el papo al darles diecitantos escaños si mañana se celebraran unas generales, cupo estimable (inconcebible ayer) al ser la primera vez que asoman al corral nacional tras su resacón andaluz. Y como a un panal de rica miel, miles de moscas acudirán a esta «derecha extremada» que goza hoy de ser la misma «extrema necesidad» y la gracia novedosa que gozó hace cuatro años Podemos, del que copian en especial las artes de pesca en Redes; moscas totalmente desconocidas en muchos casos o rebotadas apuntándose a carnet o a lista porque, como todo partido neonato, corre ya que se las pela para poder rellenar todas las candidaturas exigidas por las elecciones a la vista: autonómicas, locales, europeas... y seguramente generales, todo a la vez. Eso hará que Vox se vea en serios apuros para encontrar a galope y enlistar a tantos candidatos, y no podrá (a veces no querrá) revisar todo nombre y pedigrí llegado en su ufano tropel voluntarioso, pero con aventureros al salto o desechos de tienta buscando en estas siglas otro campo de aterrizaje y despegue, siendo probable, como le ocurrió a Ciudadanos aquí y en tantos sitios, que se le cuelen individuos con caras ocultas y lunares... o con más delitos que El Punteras.

En esa riada de conversos, aduladores y pelotas viene, dice Peláez, mucho listo con el claro propósito de hacerse querindongo del aparato (aparato: término aséptico para denominar al órgano reproductor que cualquiera llama rabo, carajo, picha, tranca, zupo, ciruelo, verga... apunta nuestro amigo Sinónimos Carrete, pues el aparato de un partido funciona con ese mismo mecanismo: inflarse contra la flacidez para prometer y prometer hasta meter), así que a los de Vox les nacen querindongos a velocidades no imaginadas de la misma forma que a Marine Le Pen -la primera en felicitarles por su apretón andaluz y su «arriba escuadras, a vencer, que en España empieza a amanecer»- le crecen los buenos augurios y su partido sería ya la primera fuerza política en unas elecciones francesas (atenta la compañía).