«León tendría un futuro brillante si se apostara por la innovación»
—¿A qué recursos puede agarrarse León?
—León cuenta con grandes recursos hídricos, para empezar, y probablemente no se le está compensando adecuadamente por ese uso de nuestro territorio. Justamente por eso, León tiene un gran potencial agrícola y ganadero, que puede ser usado no solo de la manera tradicional, sino también como una fuente muy interesante de energía (biocombustibles, producidos con moderación para no crear problemas alimentarios) y materiales (bioplásticos y otros productos de la química del carbono, alternativos a la del petróleo). De hecho, León podría tener un futuro realmente brillante, si se apostara por la innnovación de verdad. El problema es que tantas veces han venido a visitarnos vendedores de humo a aprovecharse se nuestra buena fe.
—Su padre fue uno de los promotores del aeropuerto de León que, después de una gran obra apenas tiene tráfico. ¿Diría que se equivocaron?
—Visto en perspectiva, diría que todos los aeropuertos son un error, porque en el largo plazo ninguno puede ser rentable: la aviación consume demasiada energía para lo poco que aporta. La apuesta que hizo mi padre tenía sentido en el momento que la planteó, hace 20 años: intentaba poner a León en el mapa, o más bien devolverlo al sitio que le correspondía. Quizá, si alguien le hubiera dado la información que ahora tenemos, hubiera optado por otra cosa.
—¿El tráfico aéreo es uno de los que peor solución tienen sin petróleo?
—Lo cierto es que sí, sobre todo porque aporta demasiado poco comparado con la energía que se consume. Pero quizá haya opciones de navegación aérea alternativas: volver a los dirigibles o a sistemas más lentos pero más ligeros.