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FENÓMENOS CELESTES

El cielo que nos espera

Diez fenómenos celestes deslumbrarán en León durante este año 2019. Lunas brillantes, eclipses parciales y totales, tránsito de Mercurio, constelaciones, asterismos y estrellas. El astrónomo leonés José Vicente Gavilanes señala a los astros que no debemos perdernos en este año que comienza con la Tierra a 147.099.877 km del Sol, momento anual que más nos aproxima al astro rey. Habrá que esperar a julio para que la Tierra guarde su mayor distancia

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CARMEN TAPIA | LEÓN
León

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«No por previstos son menos admirables». El astrónomo leonés José Vicente Gavilanes selecciona la lista de fenómenos celestes que deslumbrarán los cielos de leoneses. Gavilanes selecciona los más llamativos.

ENERO

La Tierra por el punto más próximo al Sol, perihelio es su nombre propio, que se halla a unos ciento cuarenta y siete millones de kilómetros. Nada tiene que ver esta distancia con el calor o el frío, que las estaciones se deben a otra causa, la inclinación del eje terrestre. ¿Se verá el Sol un poco más grande, puesto que está más cerca? Sí, pero inapreciable para los hombres de a pie. Lo mismo ocurre con la Luna llena. Las noches del 20 al 22 de enero se podrá contemplar una de las mayores y más luminosas lunas del año, pues estará en su punto más próximo a la Tierra (de nombre, perigeo). La madrugada del 21 de enero puede contemplarse una eclipse lunar total. Desde las cuatro y media de la madrugada hasta casi las ocho de la mañana nuestro satélite se irá oscureciendo poquito a poco hasta su máximo, en torno a las seis y cuarto, para ir poco a poco saliendo de la sombra terrestre a las ocho. Los tonos oscuros, grisáceos y rojizos se sucederán para hacer de la brillante Luna un disco apagado con reflejos de sangre. Hermoso espectáculo que podrá disfrutar desde cualquier lugar si el tiempo lo permite y se anima a madruga pertrechado de ropa de abrigo y termo de café.

FEBRERO

Una de las lunas mayores y más luminosas del año, pues se halla en el punto más próximo a la Tierra. A simple vista no es apreciable. Puede disfrutar de su resplandor las noches del 18 al 20 de febrero. Será la última Luna llena del invierno porque la siguiente, el 21 de marzo, ocurrirá ya en primavera, que entra a las once de la noche del día 20. Sin embargo, para los cálculos eclesiásticos, la primavera entra siempre el 21 de marzo, por lo que la primera Luna llena de la primavera cae el viernes 19 de abril, de manera que la Pascua, que desde el s. IV es el domingo siguiente a la primera luna llena de la primavera, se retrasa hasta el domingo 21 de abril. A partir de este día se fijan muchas otras fiestas (carnaval, miércoles de ceniza, cuaresma, Semana Santa, Pentecostés, Corpus…) y por ello estas fechas parecen tan caprichosas como la luna, pues de ella dependen.

ABRIL

En abril y mayo se pueden contemplar Marte, que ha permanecido en el cielo nocturno desde hace meses y dejará de verse en junio, y Júpiter, visible a media noche hasta noviembre. Los días crecen hasta el 21 de junio, que entra nuestro verano con la noche más corta del año.

JULIO

La Luna está en el afelio, el punto más alejado del Sol (unos cinco millones de km más lejos que a primeros de enero) y coincide con un eclipse total de Sol, el día 2, pero debemos viajar hasta Chile o Argentina para poder observarlo, así que nos conformaremos con el correspondiente eclipse lunar del día 16, que será parcial y podremos ver desde las diez de la noche hasta la una de la madrugada del día 17. Si disponemos de prismáticos o de un pequeño telescopio podremos también observar el planeta de los anillos, el hermoso y sorprendente Saturno, que nos acompañará durante varios meses.

AGOSTO

Desde finales julio hasta finales de agosto será la lluvia de estrellas del año, las Perseidas, cuyo máximo se espera la noche del 12 al 13 de agosto. Aléjese de lugares iluminados, espere hasta la madrugada y, arrellanado en la tumbona, bien abrigado y en buena compañía, pasee la vista por lo alto del cielo, hacia el Triángulo de Verano (Cisne, Lira y Águila).

SEPTIEMBRE

El otoño, que entra el 23 de septiembre, nos ofrecerá los cielos propios de la época, con asterismos y constelaciones tan conocidas como Pegaso, Auriga, Orión, Tauro… Los aficionados a la micología pueden aprovechar cuando acabe la tarde para pasear la vista por el cielo para recoger en la cesta alguna de las estrellas más brillantes del cielo: Capella, Aldebarán, las Tres Marías, Betelgeuse, incluso Sirio, etc. Desde luego, si espera hasta diciembre y sin necesidad de trasnochar, que los días son muy cortos, podrá disfrutar aún mejor de estas estrellas y de las constelaciones que siempre tenemos a la vista: la W de Casiopea, el Carro de la Osa Mayor, la estrella Polar… No están aquí recogidas todas las lluvias de estrellas, de sonoros nombres, con las que puede empaparse durante el año (Líridas, Acuáridas, Oriónidas, Dracónidas…), porque cualquier noche es apropiada para mirar al cielo y sorprenderse con un rasgo fugaz de luz que le invita a uno a pedir un deseo.

DICIEMBRE

Quizá no le siente bien el frío y prefiera pasar la próxima Navidad en lugares más cálidos, Arabia, el sur de la India, Sumatra o Borneo, tal vez. Bien está, porque el 26 de diciembre podrá contemplar un eclipse anular de Sol, invisible desde nuestras tierras. Le parecerá fuera de lugar que le hable de la Navidad de 2019 cuando aún no han concluido las fiestas de la de este año. Si es así, tómeselo con paciencia y una pizca de humor, como si de un regalo de Reyes se tratara, que el cielo estrellado es, sin duda, un regalo regio en cualquier época del año. Que tenga salud y fuerzas para disfrutarlo con alegría, amigo lector.

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