ABUSOS
Víctimas e Iglesia se enfrentan en el primer cara a cara sobre la pederastia
Afectados y redes cristianas de base piden a la jerarquía eclesiástica "limpieza" y colaboración con la justicia.El obispo auxiliar de Madrid promete "acciones" de "reparación" pero avisa de que no tienen un "mapa" de los abusos
A pocos días de que el Papa Francisco congregue a los presidentes de los episcopados para abordar el problema de la pederastia, Redes Cristianas, una plataforma que aglutina a católicos de base y el medio ‘Religión Digital’ organizaron este miércoles el primer debate en España entre víctimas de los abusos sexuales y la jerarquía eclesiástica, en el participó José Cobo, obispo auxiliar de Madrid.
Sus posiciones están alejadas de las de miembros de la Iglesia como el exobispo de Tarragona, Jaume Pujol, quien ofendió recientemente a las víctimas al minimizar los abusos en plena tormenta por los escándalos que han aflorado en los últimos tiempos en instituciones católicas catalanas. Por ello, el debate fue pacífico y hubo ciertos puntos de encuentro con el representante de las víctimas, el presidente de la recién creada asociación Infancia Robada, Juan Cuatrecasas, quizá favorecido también porque él no sufrió directamente abusos, sino su hijo, Asier, en un colegio del Opus de Bizcaia, y además aún hoy sigue siendo católico.
Cuatrecasas no obstante acusó a la Iglesia de “encubrir” estos delitos y “ningunear” a las víctimas y pidió a la Conferencia Episcopal un giro radical, que afronte con “valentía” los abusos, haga “limpieza” y preste ayuda a los afectados para poder afrontar el problema. La representante de Redes Cristianas fue más allá y pidió a los obispos que faciliten sus archivos de denuncias a la justicia y creen comisiones de investigación, como han hecho jerarquías eclesiásticas de otros países. Cobo no recogió el guante, habló de la necesidad de “colaborar con la autoridad” pero avisó de que la Iglesia no dispone de un “mapa” que refleje fielmente los abusos, con lo que difícilmente podrán proporcionar datos fiables al Gobierno, como le ha solicitado la ministra de Justicia, Dolores Delgado. “Es muy difícil”, justificó. Se mostró más partidario de acometer “acciones de reparación” y de que en la Iglesia vaya “creando una cultura de seguridad y protección”.