Diario de León
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Cada día su afán José Román Flecha Andrés
León

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C on motivo de su viaje a los Emiratos Árabes Unidos el día 4 de febrero de 2019 el papa Francisco ha firmado con el Gran Imán de Al-Azhar un importante documento sobre la Fraternidad Humana, por la paz mundial y la convivencia común.

En él se afirma que «la fe lleva al creyente a ver en el otro a un hermano que debe sostener y amar. Por la fe en Dios, que ha creado el universo, las criaturas y todos los seres humanos —iguales por su misericordia—, el creyente está llamado a expresar esta fraternidad humana, protegiendo la creación y todo el universo y ayudando a todas las personas, especialmente las más necesitadas y pobres».

Los firmantes dicen apoyarse en el nombre de Dios que ha creado todos los seres humanos iguales, en nombre del alma humana, de los pobres y marginados, de los huérfanos, de las viudas, de los refugiados y de los exiliados, de los pueblos que han perdido la seguridad, la paz y la convivencia, de la «fraternidad humana» que abraza a todos los hombres, en el nombre de la libertad, de la justicia y de la misericordia y de todas las personas de buena voluntad.

Tras una reflexión conjunta sobre la paz y la concordia, los firmantes contemplan los dolores y las esperanzas de la humanidad y reconocen los pasos positivos de nuestra civilización, pero constatan una sensación general de frustración, de soledad y de desesperación.

Lamentan el extremismo religioso y la intolerancia, que han producido los signos de una «tercera guerra mundial a trozos». Y recuerdan que las fuertes crisis políticas, la injusticia y la falta de una distribución equitativa de los recursos naturales han causado gran número de enfermos, necesitados y muertos.

Reconocen a la familia como núcleo fundamental de la sociedad y de la humanidad, y declaran la importancia de reavivar el sentido religioso y la necesidad de reanimarlo en los corazones de las nuevas generaciones.

Afirman que el primer objetivo de las religiones es el de creer en Dios, y llamar a todos los hombres a creer que este universo depende de un Dios que nos ha creado con su sabiduría divina y nos ha confiado el don de la vida. Y declaran que las religiones no incitan nunca a la guerra y no instan a sentimientos de odio, hostilidad, extremismo, ni invitan a la violencia o al derramamiento de sangre.

Sobre esta base, el Papa y el Gran Imán invitan a todo el mundo a promover la paz, la justicia, la tolerancia, el diálogo, la libertad religiosa y el respeto a los lugares sagrados, a los derechos de las mujeres y de los niños, de los ancianos y de las personas más débiles.

Finalmente, Al-Azhar y la Iglesia Católica desean que esta Declaración sea una invitación a la reconciliación y a la fraternidad entre todos los creyentes, incluso entre creyentes y no creyentes, y entre todas las personas de buena voluntad.

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